17/04/2024
08:07 PM

Obesidad mental

El problema central está en la familia y en la escuela.

Mimí Nasthas de Panayotti

El profesor Andrew Oitke publicó su polémico libro Mental Obesity, que revolucionó los campos de la educación, periodismo y relaciones sociales en general. En esa obra, el catedrático de Antropología en Harvard introdujo el concepto del epígrafe para describir lo que consideraba el peor problema de la sociedad moderna.

“Hace apenas algunas décadas, la humanidad tomó conciencia de los peligros del exceso de gordura física por una alimentación sin reglas. Estamos ahora en el momento de notar que nuestros abusos en el campo de la información y conocimiento están creando problemas tanto o más serios que esos”.

Los cocineros de esta magna “fast food” intelectual son los periodistas y comentaristas, los editores de la información y los filósofos, los argumentistas y realizadores de cine. Los noticieros y telenovelas son las hamburguesas del espíritu; las revistas y novelas son los donas de la imaginación”. El problema central está en la familia y en la escuela.

“La prensa dejó hace mucho de informar, para solo seducir, agredir y manipular”. El texto describe cómo los reporteros se desinteresan de la realidad para centrarse solamente en el lado polémico y chocante. “Solo la parte muerta y podrida de la realidad es la que llega a los periódicos”.

La familia es discutida, la tradición olvidada, la religión abandonada, la cultura se banalizó, el folklore entró en caída libre, el arte es fútil... paradojal o enfermo. Florece la pornografia, el charlatanismo, la imitación, la insipidez, el egoísmo. No se trata de una decadencia, una «edad de las tinieblas» o el fin de la civilización, como tantos pregonan. El hombre moderno está adiposo en el raciocinio, gustos y sentimientos.

El mundo no precisa de reformas, desarrollo, progresos, precisa sobre todo de una dieta no física para combatir la obesidad mental.