19/04/2024
08:06 PM

¡Basta ya!

Mimí Nasthas de Panayotti

Nos preocupa en gran manera el futuro de nuestra Honduras al pensar que si problemas coyunturales no se saben resolver adecuadamente, ¿cómo podremos resolver aquellos que por ser estructurales exigen un serio ordenamiento de todos los elementos de que consta un Estado de derecho? Una Constitución violada cuantas veces convenga, unos poderes que no son para nada independientes; un Congreso que se ha convertido en un teatro de pésimos actores, dándole la espalda al pueblo; la necesidad de un poder electoral que garantice la transparencia de los sufragios y destierre de una vez por todas los delitos electorales; unas instituciones del

Estado quebradas por la corrupción; una paralización de la economía, sobre todo en el agro; una vergonzosa venta de los bienes naturales de nuestra tierra; una falsa reforma del Código Penal, que simplemente lo convierte en un instrumento de protección a los corruptos y narcopolíticos, con apariencia de ser mejor por el hecho de endurecer las penas a los supuestamente más “peligrosos, que acostumbran a ser los jóvenes marginados y los pobres desesperados por subsistir, esto y mucho más hace brotar de nuestros corazones un ¡Basta ya! Debe haber respeto a la ley, pues la obligación de la autoridad es emitir leyes justas, conformes a la dignidad de la persona humana y en orden al bien común. Cuando no actúa así, la autoridad se vuelve ilegítima y pierde el derecho a ser obedecida. Educar en el conocimiento y respeto a las leyes es una tarea pendiente y urgente a todos los niveles, incluyendo a los mismos legisladores, para que dejen de aprobar lo que ni siquiera han leído o comprendido (continuará).