25/04/2024
11:43 AM

Indios e indígenas

En la actualidad, indígena es definida por la RAE como “originario del país de que se trata” y es solo aplicado a personas.

Cándido Alvarado

Indio es el gentilicio de India, o La India. Como el hinduismo es la religión que más se profesa en aquel país, eso hace que por lo general a sus aborígenes se les llame hindúes, y muy raras veces indios. Pero por razones históricas, con el sustantivo indio también se define a cualquier individuo de las poblaciones aborígenes de América: indios aimaras, arahuacos, tolupanes pipiles, cheyennes, seminolas, apaches, chibchas, etc.

Aunque indio e indígena se toman como sinónimos relativos, ambos términos tienen etimologías nada parecidas. Indio se origina de India y nada más; mientras que indígena es un cultismo latino: “de allí” y por extensión “primitivo habitante de un lugar, nativo”.

En la actualidad, indígena es definida por la RAE como “originario del país de que se trata” y es solo aplicado a personas. Si nos basamos en este concepto, perfectamente podríamos referirnos a los indígenas de Suecia, Islandia, Japón, pero nunca a los indios de esos territorios (porque no hay). Sin embargo, en nuestros países este vocablo se usa con frecuencia debido al matiz despectivo que se ha marcado en la voz indio en varias zonas del continente americano. Por otro lado encontramos la palabra “aborigen” que -aunque tiene otra procedencia- sí comparte significado con “indígena”.

Se conoce como aborígenes a los indígenas de todo el continente americano y a los de las poblaciones originarias de Australia. Pero como las palabras -como indígena y aborigen- tienden a gastarse y se van volviendo ofensivas, peyorativas y hasta tabúes, hoy lo más agradable es hablar de “primeros habitantes, amerindios, asiáticos, afrodescendientes”.

La lengua siempre está buscando equivalentes suavizadores que de alguna manera impactan bien en el receptor. “Había trece reos en una bartolina de dos metros cuadrados”, “Ya son muchas las prostitutas en la ciudad”. Reos, bartolina y prostitutas son unidades léxicas definidas; pero para atenuar estos significantes, ahora se han hecho traslados semánticos más dulcificantes: “Había trece privados de libertad en un hogar de dos metros cuadrados”, “Ya son muchas las sexoservidoras en la ciudad”.