19/04/2024
08:38 AM

Pensión para la tercera edad

  • 25 marzo 2019 /

Esa mayoría de la población anciana de Honduras que vive en la pobreza no recibe mayores beneficios de los que establece la Ley de la Tercera Edad.

Noé Vega

La agitada vida de los ancianos en Honduras se ha visto más convulsa con la última noticia del mundo político. Una pensión para las personas de la tercera edad, la pagará el Estado de Honduras y gozarán de ellas todas las personas que cumplan más de 60 años; no sabemos si es una burla más o un político más buscando ganar adeptos con el sufrimiento de los más necesitados de la sociedad.

Propuesta populista, preocupación seria por el sufrimiento y la pobreza de las personas de la tercera edad o una inocentada sin ser Día de los Santos Inocentes, pero lo cierto es que ninguna de las opciones mencionadas enmarca esta propuesta en el Congreso Nacional. El populismo es parte ya del folklore político de nuestro país, solo que aquí no se trata de celebrar el día del aguacate o de declarar el día de la baleada, aquí se toca un segmento muy golpeado de la hondureñidad, un segmento que vive en su gran mayoría en la pobreza y cuya subsistencia se debate entre la caridad y la irresponsabilidad de los hijos.

Esa mayoría de la población anciana de Honduras que vive en la pobreza no recibe mayores beneficios de los que establece la Ley de la Tercera Edad en descuentos de transporte, servicios, comidas y espectáculos, los que a regañadientes muchas veces son otorgados o en ocasiones disfrazados como en los medicamentos para no brindarse efectivamente; sin embargo, tratar de sacar de la pobreza muchas veces extrema en que viven los ancianos es más que descuentos, se trata de la creación de centros de atención geriátrica que puedan orientar en el tratamiento de la salud de los ancianos, programas que los vuelvan activos tanto física como mentalmente, proveyéndoles de espacios de recreación; pero también de algún medio que les provea ingresos económicos.

Estamos soñando nosotros también, es posible. Empero, la atención a los grupos vulnerables es fundamental cuando se quiere humanizar una sociedad, cuando se trata de buscar la justicia social. En esta pirámide de atención estatal a grupos vulnerables, los ancianos junto con los niños y las mujeres son prioridades. Sin embargo, no con propuestas populistas que sabemos que no se podrán concretar por diversos factores, el primero y fundamental, el económico, pues conocemos todas las carencias que existen en el fisco hondureño para satisfacer las necesidades elementales de salud, educación y seguridad. Es que como dijera un economista hondureño, somos un país con múltiples necesidades y con recursos muy limitados; es decir, optimizar el uso de esos recursos debe ser parte de nuestra política estatal.