19/04/2024
11:12 AM

¡La culpa!

Hoy libérese de la culpa, que no sea más la debilidad común y alimentada por recuerdos.

Alejandro Espinoza

“Hay un remedio para las culpas, reconocerlas”: Franz Grillparzer. Es un sentimiento o emoción negativa que puede producir dolor tanto físico como emocional que a nadie le gusta experimentar. Casi siempre se manifiesta con tristeza, la ansiedad y pensamientos obsesivos e invasivos y uno de los síntomas evidentes es la baja autoestima. La forma de poder entender y responder a este sentimiento origina una experiencia negativa o positiva. La realidad es que cada persona quiere ser más amoroso, sincero, pero cuando se expresa la culpa, los síntomas de agobio, opresión en el corazón, la desesperación y desesperanza son evidentes.

Es importante que cada vez que se experimente el sentimiento de culpa, las personas puedan perdonarse a sí mismas, pues no significa caer en el victimismo. Siempre la culpa trae la forma de cómo llamar nuestra atención para evidenciar que algo malo se ha hecho, pero se debe usar la culpa para aprender y mejorar como persona y no cometer los mismos errores.

“La culpa no está en el sentimiento, sino en el consentimiento”: San Bernardo de Claraval. Muchas personas siempre utilizan la culpa para manipular, victimar y denigrar a las personas, y la forma más vil y menos digna es culpando a otros de la mediocridad y falta de responsabilidad que cada persona debe admitir. La culpa ata el pasado y le roba las bendiciones del presente y futuro, nos lleva a no decidir eficazmente, evita aprender de los errores, lleva a las personas a disculparse con excusas, aumenta la rebeldía, vuelve insensible a la voz de Dios y más sensible a la voces de extraños, le roba el ser agradecido a Dios y a los demás y practicar el perdón.

Hoy libérese de la culpa, que no sea más la debilidad común y alimentada por recuerdos.

“No dejes que el futuro sea un rehén de tu pasado”: Neal A Maxwell.