19/04/2024
08:58 AM

¡Pasado calabozo!

El aquí y ahora está lleno de oportunidades que no podemos dejar atrás por el dolor y sufrimiento de esa experiencia que todavía mantiene la herida, y posiblemente está infectada.

Alejandro Espinoza

“El pasado está escrito en la memoria y el futuro está presente en el deseo”: Carlos Fuentes.

Cuando se pierde la perspectiva de vida en el futuro es casi seguro de que se ancló en su pasado y lo más trágico es que usted pierde su presente. Si usted quiere morir temprano, sencillo, niegue un futuro mejor, llorando por lo peor de su pasado y dejando a un lado lo mejor de su presente. No es renunciar al pasado, es que esto no se vuelva un calabozo. Bien lo expresa el proverbio ruso que añorar el pasado es correr tras el viento; cuando se vive en el pasado existe una tortura psicológica que no permite disfrutar el momento actual.

El aquí y ahora está lleno de oportunidades que no podemos dejar atrás por el dolor y sufrimiento de esa experiencia que todavía mantiene la herida, y posiblemente está infectada. Lo primero es saber que para superar ese pasado usted debe establecer que ese pasado no va cambiar, pero ya pasó, en cambio su presente sí lo puede hacer, para lograr un mejor futuro. “Hay más cosas que nos asustan que cosas que nos hieran verdaderamente, y sufrimos más en la imaginación que en la realidad”: Séneca. El apóstol Pablo lo expresó: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”: Filipenses 3:13-14 RVR60. Un calabozo del pasado es la falta de perdón, que nos hace drenar energía y ajustar las cuentas en vez de enfocarnos para cumplir nuestro propio destino al caminar en nuestra asignación y llamado, nos herimos a nosotros mismos y herimos a los demás; pero cuando se perdona se restaura el estándar de nuestra vida, ya que nos lleva a un lugar de honra.

Decida salir del calabozo, puesto que si perdona quizá no cambie su pasado, pero sí su futuro. Nunca pague con la misma moneda; si abandona se rinde, si se rinde a Dios es que usted cree.