24/04/2024
10:18 AM

In extremis

Cándido Alvarado

“Dentro de cuatro años contaremos con una fuerza policial conformada por más de 26,000 hombres y mujeres capacitados para prevenir la violencia, investigar el delito, combatir el crimen y articular una acción efectiva con otros órganos operadores de justicia para revertir la generalizada impunidad”, dice una nota en la que aparece el criptoléxico “revertir”, verbo que significa “volver al estado o condición que tuvo antes”, como “hay que revertir su salud tan deteriorada”. Pero en el primer ejemplo no cabe “revertir” porque se daría a entender que esa impunidad solo cambiaría de forma; luego, lo adecuado sería “terminar con la generalizada impunidad”. Donar es traspasar uno a otro alguna cosa de forma gratuita, voluntaria: “Los vecinos donaron ropa para los damnificados”; pero ahora es común leer ejemplos como “Cien lempiras era la donación para presenciar el partido”, “La donación para asistir al concierto es de quinientos lempiras” en los que no tiene cabida “donación”, por lo que lo correcto sería “Cien lempiras era el aporte para presenciar el partido” y “El costo para asistir al concierto es de quinientos lempiras”. Nuestros cronistas futboleros han agarrado como frase de “acero” acaso por filocriptolexía, algunas frases: “Triunfó in extremis el Livepool”, expresión que en español normal habría sido “Triunfó en los últimos momentos el Livepool”; aunque de vez en cuando no caen mal estos latines, lo malo es el abuso. También a los redactores de notas de fútbol les da por inventar tropos muy alejados de lo que se quiere identificar: “Pocos imaginaron que aquel gigante llegaba para convertirse en ícono de la feligresía azul”, ejemplo en el que la palabra feligresía no tiene lugar significativo, puesto que feligresía se refiere a los seguidores de la Iglesia católica, y no a los hinchas. Al gastado “tema” le han montado seudosinónimos: “Amaya reconoció que ese tema del pago les preocupa como directiva”. Parece que los hablantes usan indistintamente tema y problema, que no es así; luego, lo referencial sería: “Amaya reconoció que ese problema del pago les preocupa como directiva”. Materia, trama, cuestión, tesis, fondo, contenido, han sido asesinados por “tema”, ¡Resquiéscat in pace estos sustantivos!