Es una evidencia que cuando el carácter de un hombre ha sido desarrollado el respeto se gana, cuando las personas le respetan a usted como persona, le admiran. Cuando le respetan como amigo, le aprecian. Cuando le respetan como líder, le siguen; una gran diferencia puede verse entre lo que es un hombre y un niño, el apóstol Pablo expresó: “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; más cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño” (1 Corintios 13:11).
Los hombres entienden que su proceder y valores los pondrá siempre a ser una minoría, los niños siempre se preocupan por ser la mayoría, el hombre que es minoría su vida es solitaria, los niños buscan la aprobación del grupo, la popularidad, estar bien con la última tendencia sus criterios se moldean por lo que dice la popularidad, los hombres siempre valoran el trabajo en equipo, los niños siempre quieren sobresalir y ser las estrellas, el objetivo de los hombres es lograr resultados y alcanzar la visión; los niños buscan brillar en todo y si no lo logran se molestan; los hombres trabajan, no se incomodan por trabajar, acostarse tarde ellos entienden que lograr un sueño implica en la vida trabajo los niños juegan y no quieren trabajar siempre tiene pereza mental y física, los hombres entienden que hay tiempo de trabajar y existe tiempo de jugar; los hombres tienen una visión a largo plazo, pero los niños solo viven el día a día, necesitamos en nuestra sociedad establecer el pilar del carácter aplicado en todo, los campeones no se convierten en el cuadrilátero, simplemente se les reconoce allí, sea un hombre o mujer de carácter y el campeón que lleva adentro será reconocido.
