Hablamos hoy de la familia romana, de cómo se concebía en Roma la institución de la familia, porque aquel fue uno de los más grandes imperios jamás conocidos de la historia y, de una forma directa la familia romana tuvo que ver en su surgimiento y en su caída, y por tanto, nos puede ayudar a ver con un mejor lente nuestros desafíos sociales y cómo se parecen los presupuestos que hicieron colapsar aquel magno imperio y nuestra propiedad sociedad. Lo primero que podríamos decir es que los romanos exhibían un carácter fuerte, producto de la fortaleza de la estructura familiar que tenía la sociedad romana.
El padre era la cabeza de la familia romana y bajo su mando de tipo autoritario estaban los hijos, las esposas y los esclavos, quienes eran considerados parte de la familia; este carácter autoritario del padre le daba el poder de la vida y la muerte sobre su familia y usaba su autoridad paterna para entrenar a sus hijos en los ideales romanos de piedad o sentido de la responsabilidad, seriedad de propósito y dignidad o sentido de valor personal. La encarnación de estos valores también determinaba la forma de gobierno romano y la supremacía de la ley.
La familia y la religión en Roma estaban estrechamente vinculadas, las normas religiosas entendidas en su propia perspectiva romana eran estrictamente observadas dándole cohesión y orden a la sociedad romana, pero la expansión del imperio Romano y su búsqueda de riqueza y gloria, pronto trajo consigo el quiebre moral de la sociedad romana y junto a esto, el declive económico que volvió a la mayoría de los romanos extremadamente pobres. De lo que fue aquel gran imperio construido sobre fuertes valores ya quedaba poco y la familia fue una clave fundamental para comprender su surgimiento, su expansión y su caída. Algo que nos puede servir para explicar al día de hoy por qué estamos viviendo una crisis de valores, de familia y de sociedad.
El rechazo a la autoridad paternal, su menoscabo por la misma ley, el abandono de la norma religiosa y moral para dar paso a una libertad que no reconoce limitaciones, fueron los inicios del declive de unos de los grandes imperios que ha conocido la historia y también son hoy las claves que podemos cambiar si no queremos seguir el camino que siguió la familia romana. La religión aporta mucho a la sociedad cuando transmite correctamente valores y modelos de vida, la observancia de ideales produce carácter y resistencia en los jóvenes y el respeto por los padres y su autoridad crea un vínculo de orden y cohesión social que no pueden ser producidos de otra manera.
