24/04/2024
09:34 PM

Mel y Nasralla

Ambos han simulado estar unidos a través de la Alianza Opositora, por intereses comunes, pero distintos.

Alfredo Haces

José Manuel Zelaya Rosales y Salvador Alejandro César Nasralla Salum son dos personajes asimétricos en lo que se refiere a pensamientos ideológicos, políticos y sociales. Por eso hay cosas en la vida que no pueden ni deben unirse, el ejemplo más claro es el cielo y el mar; aunque no es correcto hacer esta comparación, sería mejor decir que el agua y el aceite jamás se unirán.

Ambos han simulado estar unidos a través de la Alianza Opositora, por intereses comunes, pero distintos, antes y después de las cuestionadas elecciones presidenciales, donde se diera la reelección del actual presidente, Juan Orlando Hernández Alvarado.

Zelaya es un auténtico revolucionario olanchano, experto en política desde antes que fuera presidente de la república, durante y después del golpe de Estado del año 2009.

Durante la efervescencia de la pasada crisis en el país, Mel encabezaba las protestas y se destapaba el pecho peludo ante los militares, se les acercaba a los uniformados y lo voceaba, diciéndoles que dejaran las armas y que no oprimieran al mismo pueblo y con las puntas de la botas rancheras devolvía las bombas lacrimógenas.

Nasralla intentó fingir, al seguirles los pasos, gestos y acciones de Zelaya, pero cuando miraba venir esos pelotones y tanquetas, más el humo tóxico lacrimógeno, “patas” le hacían falta para salir corriendo y pidiendo toallitas mojadas.

Nasralla habla “inglés” y por eso les entiende y busca a los “gringos”, es un ejecutivo de saco y corbatín y su especialidad el fútbol y su tradicional grito del golazooo, con el cual ha ganado muchos seguidores especialmente a los futboleros.

Por eso tanta incertidumbre en la aún mencionada Alianza Opositora, adonde el tema del diálogo no comienza ni en este mismo partido, en un país llamado Honduras.