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El 'brexit” divide a Inglaterra

  • 29 abril 2017 /

Theresa May ya está enfrentando divisiones dentro de su propio Partido Conservador.

Claramente ansiosa por su tenue mayoría en el Parlamento antes de las complicadas negociaciones sobre la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, la primera ministra Theresa May llamó el martes a elecciones anticipadas para el 8 de junio, unas que sus oponentes promoverán como un veredicto sobre su versión dura del “brexit”.

Al romper su promesa, repetida con frecuencia, de no llamar a elecciones anticipadas antes del 2020, May enfatizó la necesidad de la unidad en el Parlamento antes de llevar a cabo lo que prometen ser unas negociaciones complejas y tortuosas sobre la salida de Gran Bretaña del bloque.

El país se está uniendo, pero Westminster no”, señaló May en una presentación repentina afuera de la residencia de la primera ministra, en el número 10 de la calle Downing, y añadió que ella había “llegado a esta conclusión hace poco y con renuencia”.

Tras haber disparado el tiro para iniciar dos años de conversaciones con Bruselas y los otros 27 miembros de la Unión Europea apenas el mes pasado, May ya está enfrentando divisiones dentro de su propio Partido Conservador. Es claro que está contando con que habrá un fuerte desempeño en junio – antes de que esas pláticas se pongan serias y difíciles; antes de que la economía británica reciba algún golpe y antes de las críticas elecciones en Alemania, en el otoño – para que su gobierno lleve a cabo la salida, dura o suave, con la que ha prometido cumplir. Los mercados financieros aumentaron la oferta de libras a partir de la noticia, aparentemente anticipando que los conservadores arrasarán, dándole a May un mandato para superar a la línea dura de su propio partido, que podría resistirse a las concesiones a la Unión Europea, a cambio de tener acceso al mercado, el llamado “brexit” suave. Desde luego que se ven prometedoras las perspectivas electorales de los conservadores. Van muy alto en las encuestas de opinión, mientras que el Partido Laborista con Jeremy Corbyn es un caos; los centristas Liberal Demócratas están débiles, y el Partido Independencia del Reino Unido, de extrema derecha, es un caos y, en todo caso, más una amenaza para los laboristas que para los “Tories”.

Si bien es seguro que se van a extremar los márgenes, los conservadores llevan una delantera de dos dígitos sobre los laboristas, lo cual, de sostenerse así, se traduciría en una mayoría suficiente en el Parlamento de más de 100 escaños, en comparación con solo 17 que tiene ahora.

Sin embargo, la decisión sí conlleva riesgos políticos para May. Para una política que ha cultivado una reputación de ser una persona de fiar, que pone primero al país que a su partido, el cambio radical en cuanto a las elecciones anticipadas podría tener pinta a oportunismo. Y en un año de sorpresas electorales, votantes avinagrados, pero altamente motivados de los que querían quedarse podrían unirse a uno de los partidos para registrar su enojo por la salida del bloque.

“Ella se presenta como alguien que pone primero al interés nacional, antes que su partido, y alguien que no juega juegos políticos”, señaló Steven Fielding, un profesor de historia política en la Universidad de Nottingham. “Eso podría hacerle mella, pero va a jugar la carta de estabilidad contra la inestabilidad”.

Sin embargo, al parecer, May calculó que los riesgos de unas elecciones anticipadas eran reducidos en comparación con la posible ganancia de un control conservador fortalecido en el Parlamento.

May asumió el cargo hace menos de un año, cuando David Cameron renunció tras perder el referendo del 23 de junio sobre la membresía británica en la Unión Europea. Seleccionada por su Partido Conservador para ser la primera ministra cuando sus rivales más obvios desaparecieron como por arte de magia, May está buscando ahora su propio mandato electoral para abordar su peligro real: un grupo insatisfecho de legisladores conservadores antieuropeos que se oponen a cualquier cosa que pudiera oler a un compromiso con la Unión Europea.

Sin una votación anticipada, dijo May, “las negociaciones con la Unión Europea llegarán a su etapa más difícil en vísperas de las siguientes elecciones, según lo programado”, en el 2020. Añadió: “La división en Westminster pondrá en riesgo nuestra capacidad para hacer un éxito del ‘brexit’ y causará incertidumbre e inestabilidad dañinas para el país”.

Por lo general, los analistas elogian su decisión de llamar a elecciones anticipadas.

“Se trata del acto de una política racional, pero de una que había prometido repetidamente que no llamaría a elecciones anticipadas”, señaló Fielding. “Pero su delantera en las encuestas de opinión solo puede bajar tan pronto como comiencen las negociaciones del ‘brexit’, así es que ¿por qué ahora?”.

Algunos fueron más efusivos, y prácticamente garantizaron una victoria conservadora aplastante.

“Es una certeza de éxito seguro que será una mayoría aplastante, no hay duda al respecto”, observó Tim Bale, un profesor de política en Queen Mary, University of London. “Algo terrible sobre Theresa May tendría que surgir entre hoy y el día de las elecciones para que ése no sea el caso”.

Las elecciones anteriores apenas fueron en 2015, cuando Cameron ganó por una mayoría sorprendente, aunque mínima, ya que el Partido Laborista perdió muy fuerte en Escocia y los Liberal Demócratas quedaron reducidos a solo ocho escaños en el Parlamento.

Que el Laborista haya escogido a Corbyn, un hombre de la izquierda dura, ha resultado ser enormemente impopular, pero el martes él sacó un comunicado en el que da la bienvenida a unas elecciones anticipadas, como tenía que hacerlo políticamente. Eso hace que sea factible que el Parlamento le dé a May la mayoría de dos tercios que necesita para llamar a las elecciones anticipadas de conformidad con la Ley parlamentaria sobre el mandato de duración determinada, donde también se establece que deben ser en mayo del 2020.

“Me es grata la decisión de la primera ministra de darle al pueblo británico la oportunidad de votar por un gobierno que pondrá primero los intereses de la mayoría”, dijo Corbyn en un comunicado. “El laborismo le ofrecerá al país una alternativa efectiva a un gobierno que no ha podido reconstruir la economía, dio estándares de vida en descenso y recortes dañinos a nuestras escuelas y al SNS”, el Servicio Nacional de Salud.

A Corbyn, de 67 años, lo eligieron después de la terrible derrota en el 2015 y llevó al partido considerablemente hacia la izquierda. Fue un débil partidario de la campaña por quedarse y han fallado los esfuerzos de algunos legisladores laboristas para desbancarlo. Dirigirá a un partido excesivamente dividido y si el Laborista también perdiera estas elecciones, como se espera, estará bajo presión considerable para renunciar.

Los Liberales Demócratas, con su nuevo dirigente Tim Farron, han estado explícitamente en contra de abandonar el bloque y han llamado a otro referendo sobre cualquier negociación final con Bruselas. Aunque se espera que recuperen algunos escaños en junio que les quitaron los conservadores, se espera que éstos le ganen más al Partido Laborista de Corbyn, dado que muchos electores laboristas en las agobiadas ciudades norteñas de Gran Bretaña, votaron en forma contundente por salirse.

Mientras que más o menos un tercio de los electores conservadores votó en contra de salirse, se considera que es probable que respalden a May porque las alternativas, en especial como ha dado a entender últimamente que es probable que un acuerdo de transición con Bruselas implicaría algunos compromisos en el interés nacional.

May presentó a las elecciones como unas de liderazgo. “Se tratará de escoger entre un liderazgo fuerte y estable en el interés nacional, conmigo como su primera ministra, o un gobierno de coalición débil e inestable que dirija Jeremy Corby, apoyado por los Liberales Demócratas que quieren reabrir las divisiones del referendo”, dijo el martes.

Los Liberal Demócratas han prometido forzar a los conservadores con el espectro de un “brexit duro”, en el que Gran Bretaña abandonaría el mercado único de la Unión Europea y las aduanas sin un acuerdo comercial mitigante.

El martes, Farron dijo que “si se quiere evitar un desastroso ‘brexit’ duro, si se quiere mantener a Gran Bretaña en un solo mercado, si se quiere una Gran Bretaña que sea abierta, tolerante y unida, esta es la oportunidad”.

“Solo los Liberal Demócratas pueden evitar una mayoría conservadora”, añadió.

Cameron también respaldó el anuncio de May y dijo que era “una decisión valiente y correcta”.

La dirigente de Escocia, Nicola Sturgeon del Partido Nacional Escocés, fue dura; dijo: “Este anuncio es una de las más extraordinarias vueltas en U de la historia política reciente, y muestra que, una vez más, Theresa May está poniendo los intereses de su partido por delante de los del país”.

Sturgeon, quien está a favor de una Escocia independiente, pero también quiere permanecer dentro del mercado único de la Unión Europea, dijo que unas elecciones anticipadas tratan de “defender a Escocia de cara al gobierno “Tory” de derecha, obsesionado con la austeridad, sin ningún mandato en Escocia, pero que ahora piensa que puede hacer cualquier cosa que quiera y salirse con la suya”.

Paradójicamente, no obstante, es posible que una May más segura de sí misma, con una mayoría más grande, pueda negociar con mayor flexibilidad con Sturgeon sobre los términos finales para abandonar el bloque y debilitar al impulso para otro referendo escocés para la independencia.