Me preocupa y entristece su artículo publicado el 15 de febrero en la página 80 de Negocios, en la cual se lee: “Honduras solo produce el 30% de la demanda nacional de granos básicos”. Con relación a la producción de frijol, hemos sido capaces de producirlos hasta hace unos años, ya que por la sequía fue obligatorio importar. En cuanto al arroz, no hemos tenido mucha cosecha, pero cada año parece que la producción aumenta y vamos siendo más autosuficientes. Con respecto al maíz, hay varios puntos interesantes a tratar.
El consumo nacional de maíz lo podría clasificar en dos áreas: el alimenticio y el industrial. El primero es el que utilizamos para nuestros alimentos; el segundo, el que se usa en la industria para hacer churros, harinas y otros productos.
El alimenticio, considero, los estamos cubriendo; el industrial, desde hace mucho, no. La industria necesita una gran cantidad de maíz, pero prefiere y lo compra en el mercado libre internacional (EUA, Canadá, otros) que lo produce mucho más barato. El 90% del maíz que requiere nuestra industria es importado y solo el 10% de producción nacional, puesto que así lo ha pedido el Gobierno con el fin de disfrazar un poco esta indolencia o incapacidad productiva nuestra. Gran parte de la deficiencia es por la tecnología y maquinaria agrícola. ¿Por qué tanta inercia? No sé, pues ya hay bastantes centros de estudios y universidades agrícolas; sin embargo, sus profesionales todavía a estas alturas no pueden o no se han preocupado por que nuestra tierra sea más productiva. Es tan baja nuestra producción que, de acuerdo con su nota, hay un rendimiento de 30 a 40 quintales por manzana.
El Salvador llega a sacar 60 quintales. Desde hace mucho sé que los países “buenos productores” obtienen de 10 a 15 toneladas por manzana, diez veces más que nosotros. ¿Cómo lo logran? Con buena fertilización y abono. Procuremos desarrollar nuestra Honduras con más productividad.
