<div id='DTElementID-12636731' class='WebText'<p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial'<strongSan Pedro Sula, Honduras</strong <p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial'El reciente atentado en Londres, en el que hubo cuatro v&iacute;ctimas mortales y varios heridos, as&iacute; como el otro que, afortunadamente, se vio frustrado en Amberes, son un triste recordatorio de que la locura yihadista contin&uacute;a desatada y que el mundo civilizado, sea este cristiano, musulm&aacute;n o budista, se mantiene bajo la amenaza constante del fanatismo religioso en su peor expresi&oacute;n. <p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial'La fe, sin duda, ha sido un elemento positivo en todas las &eacute;pocas y en todas las culturas. La moral que acompa&ntilde;a a las diversas manifestaciones de la espiritualidad humana ha servido siempre como muro de contenci&oacute;n ante la corrupci&oacute;n de las costumbres y ha marcado unos l&iacute;mites &eacute;ticos que han favorecido y facilitado la convivencia social. <p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial'La cultura europea, para el caso, ha tenido, desde hace m&aacute;s de mil a&ntilde;os, al cristianismo como elemento aglutinador y como factor com&uacute;n, por encima de todas las particularidades hist&oacute;ricas de cada uno de los pueblos que la componen. De hecho, para poner un ejemplo, Europa comienza donde se levant&oacute; una iglesia y termina donde se elev&oacute; el primer minarete. Hay tambi&eacute;n una simbiosis incuestionable entre budismo y cultura china y entre sinto&iacute;smo y cultura japonesa. El profundo respeto a los ancianos en Oriente y las normas urbanas de esa parte del mundo tienen una raigambre religiosa. <p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial'Desafortunadamente, como la fe es un bien intangible, corre el riesgo de ser manoseado y de que se abuse de la doctrina que de ella procede. La historia misma de la humanidad ofrece ejemplos de momentos en los que la religi&oacute;n ha servido como pretexto para desmanes sin cuento y de personas que han sacado provecho de su investidura y del “poder” que de ella procede. <p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial'La relaci&oacute;n cultura cristiana y cultura musulmana tiene un largo devenir. Luego de siglos de confrontaci&oacute;n y violencia, el advenimiento del siglo XX parec&iacute;a haber terminado con la intolerancia entre una y la otra. As&iacute; se lleg&oacute; a una convivencia razonable en el Medio y Cercano Oriente, en Asia Central y en casi toda África. El establecimiento de Al Qaeda y los fat&iacute;dicos ataques a los Estados Unidos en 2001 significaron una dolorosa ruptura y nos llev&oacute; a una nueva etapa de confrontaci&oacute;n de la que seguimos cosechando dolorosos frutos. <p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial'Nueva York, Madrid, Par&iacute;s, Londres, Berl&iacute;n, Estambul, Bruselas, adem&aacute;s de otras ciudades europeas han sido golpeadas por el terrorismo de inspiraci&oacute;n isl&aacute;mica. De m&aacute;s est&aacute; decir que el problema no es el islam sino las interpretaciones abusivas que se hace de sus escritos. En general, los musulmanes no son sino una v&iacute;ctima m&aacute;s de los fan&aacute;ticos y de su violencia. <p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial'Por ahora, nuestra solidaridad con el Reino Unido y con su gente. Y a mantenernos vigilantes.</div