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El 70%

  • 29 septiembre 2014 /

    San Pedro Sula, Honduras.

    El proceso de mejoramiento en la universidad es una labor colectiva, en conjunto y coordinada que sobrepasa en tiempo, recursos y esfuerzos las sesiones del Consejo Universitario en las cuales se aprueba el reglamento de las nuevas normas académicas, entre las que sobresale la exigencia de un 70% para pasar las asignaturas y un promedio de 60% para la permanencia en la Unah.

    Desde hace unos años, mediante las autoevaluaciones, cuantitativa y cualitativa, con fines de acreditación, la universidad se prepara para dar respuestas a las necesidades y exigencias de la sociedad con el mejoramiento de la calidad educativa que se refleje en los profesionales salidos de sus aulas.

    Las opiniones obtenidas en las encuestas, entrevistas, grupos focales y otras herramientas propias de la evaluación contribuyen para la reforma y actualización de los planes de estudio de cada carrera; modernización y equipamiento de los laboratorios; ampliación de los espacios físicos; capacitación pedagógica de los docentes de manera que todo ello contribuya a mejorar la academia, investigación y vinculación en la sociedad.

    El siguiente paso es la elaboración del plan de mejoras en cada carrera en que constan los compromisos y actividades para disminuir y eliminar las deficiencias, plazo de ejecución, recursos, presupuesto, responsables, etc. Las nuevas normas académicas hallarán un ambiente más favorable en la medida en que los objetivos y fines identificados se vayan alcanzando para beneficio de la comunidad universitaria, docentes, estudiantes, administrativos y personal de servicio.

    Lo más llamativo de las normas aprobadas es el aumento en la calificación para aprobar, lo cual no ha sido sorpresa puesto que hace unos meses se conoció la iniciativa y se produjeron reacciones encaminadas no a torpedearla, sino a señalar la necesidad de capacitar a los catedráticos y disponer de material y equipo en los laboratorios. “Si le van a exigir al alumno también al maestro”, expresaba un alumno en la edición digital de LA PRENSA.

    El desafío que no es sobrehumano, está planteado. La Unah llega tarde, lo cual no significa que haya de precipitarse, sino gradualmente aplicar las nuevas normas académicas de manera que la novedad y actualización no atenten con la necesidad de la experiencia y la investigación científicas, con cabida para mentes luminosas que no deberán ignorar ni desplazar las políticas de la renovación generacional.

    Los logros de los últimos años en la “Nacional”, son innegables cuantitativamente, pero es necesario dar el paso hacia lo cualitativo, la academia, el contenido de las asignaturas y su exposición compartida en las aulas así como respaldar la investigación para así buscar y hallar la luz.