19/04/2024
06:04 AM

Líneas, ayer y hoy

    San Pedro Sula, Honduras.

    Para quienes se identifican con las décadas de la canción de Arjona o más, cada vez que escuchan o leen las declaraciones de miembros de la Fiscalía o del personal del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) se les agolpan los recuerdos de aquellos días de escuela: Escribir sobre la línea, insistía la profesora; el maestro preguntaba, clases de línea; línea bien recta, señala en el patio de recreo. ¡Geometría! Y aquello otro con más filosofía, escribir recto con línea torcida.

    Hoy oímos de líneas no trazadas o por trazar, sino abiertas sobre las cuales se van acumulando hechos, nombres, propiedades, cantidades, objetos, etc., todo ello en una relación proporcionada por la línea recta, curva, mixta, espiral, como en las tareas escolares para llegar al fondo del asunto.

    Las líneas a las que nos referimos no se hallan en los libros en la sección de Geometría, sino a las que se van trazando con el trabajo de organismos contralores del Estado, operadores de justicia o instituciones privadas en el ámbito de la investigación sobre corrupción, abuso de autoridad, malversación de caudales públicos y otros delitos, cuyo punto de llegada debiera ser: juicio y sentencia.

    Las líneas de investigación en el Instituto Hondureño de Seguridad van señalando el espacio correcto para la justicia, aunque como en la escuela, no siempre con letra clara o legible y con el riesgo de dejar amplios espacios en blanco sin explicación y, mucho menos, sin justificación, pues con “línea recta” han escrito torcidamente.

    En el Instituto Nacional de Jubilaciones de los Empleados Públicos (Injupemp) también se han trazado, hasta con regla, las líneas de investigación. El Tribunal Superior de Cuentas (TSC), en conclusiones preliminares, señala la responsabilidad por contratos millonarios con beneficios, también millonarios, por la firma de profesionales del derecho ajenos a la institución.

    Otra línea, bien rectecita, con principio, medio y final muestra la generosidad, con dinero ajeno, en la cúpula del Injupemp: El regalo navideño a los directivos. En el enredado ambiente de corrupción puede ser calificado el hecho como menudencia y justificado en la autorización para gastos hasta una determinada cantidad. Sin embargo, los recursos son aportados por los cotizantes para sus pensiones y jubilaciones mediante una sana y honesta administración.

    La línea recta es la distancia más corta entre dos puntos y en este caso concreto se inicia en la cotización del “presente”, como califica el periodismo de notas sociales, los regalos; sigue la compra, la elaboración de la lista de los agraciados que, con su firma, dan fe del obsequio navideño recibido.

    En la escuela enseñaban a trazar líneas; en las investigaciones sobre la corrupción se abren líneas. Antes y ahora las líneas son signos de esperanza.