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Soldado iraquí sobreviviente de Isis narra la brutalidad de los terroristas

  • 04 septiembre 2014 /

El soldado sobrevivió a una masacre en la que Isis asesinó a más de 700 iraquíes, el joven se hizo pasar por muerto.

Bagdad, Irak.

Alí Hussein Kadhim de 23 años, es un soldado iraquí que logró escapar de la mayor masacre que cometió hasta el momento el grupo terrorista Estado Islámico en Irak, y uno de los más sangrientos de la historia. Al menos 700 soldados fueron ejecutados el 13 de junio pasado, según Human Rights Watch.

Ali Hussein Kadhim, fue capturado junto a cientos soldados chiítas el pasado junio en Camp Speicher, antigua base militar norteamericana cerca de Tikrit y a dos horas al norte de Bagdad.

'Alrededor de 100 personas del Estado Islámico nos abordaron. Nos dijeron: 'No estamos aquí por ustedes, los llevaremos con sus familias'. Pero nos engañaron. Nos separaron en diferentes autos. Nadie pudo hacer nada. Cada auto tenía a dos o tres personas armadas. Si te movías, te mataban', relató.

Los hicieron marchar a la vista de todos. La fila era interminable. Entre ellos, estaba Alí. Esa 'marcha de la muerte' fue la humillación previa a ser subidos a furgonetas. Desde allí fueron transportados a dos lugares de ejecución: un descampado y un muelle donde arrojarían los cuerpos al río Tigris.

'Nos sentaron con las manos atadas atrás. Yo era el cuarto. Me di vuelta y vi al primer sujeto al que le dispararon en la cabeza. Pensé que era mi fin. Pero después recordé a mi familia. Me quedé pensando en mi familia. ¿Quién cuidaría de ellos? ¿Qué les ocurriría?'.

Vivo de milagro

'Él (por el verdugo) le disparó al primero, al segundo, al tercero... y luego vino a mí. Juro que disparó, pero no sé adónde fue la bala. El hombre de un lado cayó, el del otro lado también cayó, había sangre por todos lados, también en mí. Entonces, caí'.

Después abrí un ojo y todavía recuerdo su zapato. Luego todo se puso oscuro', recuerda el joven soldado. A la noche, después de unas horas, Alí se levantó.

El problema ahora era cómo escapar del Estado Islámico que controlaba una porción importante del territorio de esta margen del Tigris. 'Crucé el río corriendo, con mis manos atadas detrás. Existía el peligro de que la corriente lo llevara hasta un puesto de vigilancia del Isis. Fue en ese momento cuando observó a otro hombre herido que salía del agua. Su nombre era Abbas y era conductor de camiones en la misma base militar tomada por los yihadistas. 'Estaba prácticamente muerto. Sangraba internamente. Pero liberó mis manos', señala Hussein Khadim.

Ambos permanecieron escondidos durante tres días, comiendo sólo insectos y plantas, hasta que Alí decidió intentar cruzar nuevamente el río. 'Abbas me dijo: 'Ve, Alá estará contigo'. También me pidió que relatara lo que había pasado aquí'.

El novel soldado pudo cruzar, y pasó así varios días, escondido en familias que trataban de ayudar a las víctimas de Isis, con el miedo de saber que podrían ser descubiertas. Es que si los terroristas sabían que un soldado iraquí había sobrevivido a la ejecución masiva y que estaba escondido en el pueblo. Lo buscaban desesperadamente. Hussein Khadim saltaba de pueblo en pueblo, escapando y sobreviviendo.

Finalmente le presentaron al sheik Khamis Al-Jubouri con quien estuvo varias semanas. Al-Jubouri lo ayudó a llegar a tierra kurda, luego de pasar demasiados puestos de control del Estado Islámico. En el pueblo de Al-Alam se encontró con su familia: 'Ellos lloraban, yo reía'.