19/04/2024
11:22 AM

Video: Intentan asesinar a político búlgaro

Las cámaras grababan el discurso de Ahmet Dogan cuando ingresó el atacante.

El político búlgaro-turco Ahmet Dogan escapó ayer de un espectacular atentado delante de las cámaras de televisión durante un congreso de su partido en Sofía.

Como puede verse en las imágenes, un hombre vestido con chaqueta de cuero y un pase de seguridad al cuello saltó al escenario y trató de dispararle en la cabeza a Dogan con un arma de pequeño calibre.

Dos cosas le salvaron la vida: sus reflejos al apartar el cañón del arma de su cabeza y que la pistola se encasquillase y no llegara a disparar. Dogan forcejeó con el agresor, que lo tiró al suelo, hasta que los guardaespaldas pudieron reducir al atacante. Inmovilizado en el suelo, este fue repetidamente pateado y golpeado por los asistentes al congreso, sin que el personal de seguridad pudiese hacer mucho por evitarlo.

Por rencillas políticas

El asaltante ha sido identificado como Oktay Hasanov Yenimehmedov (25), originario de la ciudad búlgara de Burgas, en el Mar Negro, con repetidos antecedentes penales por posesión de drogas, robos y vandalismo. Además de la pistola llevaba encima dos cuchillos.

Dogan es el líder del Movimiento por los Derechos y las Libertades (DPS), un partido de centro cuya base electoral está en la minoría turca de Bulgaria, que supone aproximadamente el 12% de la población del país.

“No importa quién preparó este atentado, el motivo que está detrás son los comentarios odiosos contra nuestro partido. Gracias a Dios este intento fracasó, pero nos gustaría señalar una vez más que la democracia está amenazada en Turquía. Algunos círculos están intentando demonizar a Dogan y a nuestro partido”, declaró Lüfti Mestan, vicepresidente de esta formación política.

Blanco de la ultraderecha

El DPS es objeto frecuente de insultos y amenazas del espectro político búlgaro, especialmente del partido Ataka (Ataque), de ideología ultraderechista.

La minoría turca asegura ser objeto de la discriminación y el racismo por parte de sus compatriotas. En la sociedad búlgara está muy extendido el odio a los turcos, incluidos los nacidos en la propia Bulgaria, a los que muchos consideran “extranjeros”. Efe