Veneran a la Santa Muerte. Todos los domingos, una gran multitud visita el templo al aire libre de Enriqueta para orar frente a esta estatua negra de fibra de vidrio de 22 metros.
El suyo se destaca del resto por celebrar bodas y bautizos. Esta vez es el turno de Adriana. La bebé de tres meses duerme mientras la rocían con agua bendita.
Hace dos semanas fue bautizada en una iglesia católica y ahora se presenta ante la Santa Muerte.
'Al final del parto, tuvo muchas complicaciones y nosotros nos encomendamos a ella y yo le prometí que si me daba mi hija en buena salud, iba a estar aquí ante ella a bautizarla', dijo Daniel Anguiano, devote de la Santa Muerte.
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Aunque su fama le viene de los narcotraficantes, todo tipo de personas adora a la Santa Muerte.
'En lo personal yo lo viví. Me vieron mi Santa y me dijeron que esto nada más lo utilizaban los ladrones y los narcotraficantes. Yo les dije: 'Yo no soy ni narcotraficante ni ladrona, yo simplemente vendo quesadillas', añadió Fabiola Cruz, devota de la Santa Muerte.
Sus orígenes se remontan a finales del siglo XVIII. Después de eso, su veneración se mantuvo en la clandestinidad hasta los años 40.
El número de devotos se disparó a principios de 2001 gracias a esta mujer. 'De una mano me lleva Dios nuestro Señor y de la otra la Muerte. Y cuando yo me muera, Diosito le va a decir a la flaquita : 'Vete por Doña Enriqueta' y me muero”, indicó Enriqueta Romero, devota de la Santa Muerte.
Cuando el papa Francisco llegue el viernes a México encontrará un país con un creciente número de personas que cree tanto en la fe católica como en la Santa Muerte.
Y es que a pesar del rechazo de la Iglesia católica, para muchos devotos, esto no es incompatible. Texto y video de AFP.