Franco Villavicencio es un niño argentino de tres años de edad que sufre progeria, una enfermedad muy rara que afecta a unos 300 menores en todo el mundo.
Según relatos de su madre Yésica, Franco nació aparentemente sano, como cualquier otro bebé, pero a los seis meses de vida, dejó de serlo. Su piel era más seca y tensa que la de un bebé de su edad, el color rosado había mutado a un morado, sus articulaciones eran demasiado rígidas.
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Tras el desconcierto inicial de su familia y de los médicos, el diagnóstico llegó desde Estados Unidos: progeria, que significa vejez prematura, una enfermedad genética poco común y mortal que padecen tan sólo unos 300 niños a nivel mundial. Él es uno de los tres menores argentinos que la sufren.
'Me dicen que no me alarme y a la vez me dicen que no tiene cura. Yo prefería una cura y no un tratamiento', dijo la madre.
Franco actualmente convive con su madre y otras 15 personas en una misma casa y comparte su cama con su mamá y su hermanita. En total, bajo el mismo techo de tres habitaciones conviven 16 personas, cuatro familias.
Los niños como Franco, lucen saludables al nacer, pero empiezan a mostrar características de la patología durante el primer año de vida. A medida que pasa el tiempo, empiezan a sufrir osteoporosis, aterosclerosis generalizada, problemas cardíacos y aplopejía. La expectativa de vida promedio es de 13 años. Mira el video.