Medellín, Colombia
“Más vale tarde que nunca”, un dicho popular que se atribuye al filósofo Diógenes de Sínope y que encaja a la perfección con Lucio 'Chiquito' Caicedo, de 104 años, un anciano de origen colombiano que demostró que la edad no es una barrera para dejar de cumplir los objetivos profesionales. Presentó su tésis doctoral a la prestigiosa universidad de Manchester, 30 años años después de comenzarla y resolvió un enigma matemático de hace dos siglos.
Este centenario ingeniero civil aprovechó la cuarentena y encerrado en su casa de Medellín logró culminar tres décadas de estudio. Además, gracias a sus observaciones, encontró una fórmula para descifrar un problema matemático de hace 200 años.
“Mi tesis consiste en determinar la cantidad máxima de agua que se puede sacar económicamente de un río para energía o para cualquier otra cosa” dijo Lucio, demostrando que nunca es tarde para cumplir las metas y objetivos de vida.
Lea: Una anciana de 99 años supera el coronavirus
Cuando pueda viajar, Caicedo presentará presencialmente su tesis en la Universidad de Manchester, donde se graduó en 1947 y empezó en el mundo de la investigación hidráulica.
No obstante, no sería sino hasta los 73 años hasta que presentó la tesis. Nació en 1916, en plena Primera Guerra Mundial, y llegó a Inglaterra en el 1943. Además de ser un gran estudiante, fue un empresario de éxito en Colombia, donde también es conocido por su labor a favor de la igualdad de género.
El longevo ingeniero, en una entrevista con una radio colombiana, explica que para mantenerse en tan buena forma, a pesar de su vejez se baña siempre con agua fría, comer mucha fruta y aprovecha el tiempo libre para leer y estudiar sobre diversas temáticas.
“El tiempo viene y va, y el tiempo perdido jamás volverá”, Asegura que su siguiente objetivo es repasar la gramática alemana, idioma que aprendió hace 90 años.
A sus 104 años recomienda: “Primero, aprovechen el tiempo porque el tiempo que se va y ya no vuelve. Si antes era difícil ahora es más fácil con la tecnología y las oportunidades, así que mis mejores deseos para quienes quieren emprender el retador camino del estudio.
El segundo es poder inspirar y dejarles un legado a las nuevas generaciones. Luchen por sus sueños porque todo es posible sin importar la edad”, concluyó
