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Un colgante de María Antonieta se vende en 36 millones de dólares

  • 14 noviembre 2018 /

La esposa de Luis XVI poseía numerosas joyas de diamantes y en la venta habrá varias de ellas.

Ginebra, Suiza.

Un colgante de perlas y diamantes que perteneció a María Antonieta antes de que fuera decapitada durante la revolución francesa se vendió el miércoles por 36 millones de dólares en una subasta de la casa Sotheby's en Ginebra.

El precio inicial de este colgante único había sido estimado en 2 millones de dólares.

La subasta que se realizó en un hotel ultra lujoso a orillas del lago de Ginebra vivió una puja febril por una colección de diez piezas de la familia Borbón Parme, que incluyó la exhibición de joyas que no habían sido mostradas en público durante dos siglos.

Las diez piezas, cuyos valores iniciales se estimaron en un total de aproximadamente 3 millones de dólares, se terminaron vendiendo por un total de casi 43 millones de dólares, dijo Sotheby's.

Uno de estos ejemplos, fue la subasta de un broche de diamantes que se valoró en unos 80.000 dólares (70.000 euros) y se vendió por 1,75 millones.

Pero lo más destacado del lote, era el colgante de diamantes con una perla natural con forma de pera de un tamaño excepcional, 26 mm x 18 mm, que Sotheby's dijo que se lo llevó un comprador anónimo, privado, sin dar más detalles.

Entre las fabulosas joyas de María Antonieta que salieron a subasta figuraba un anillo con diamantes con un mechón de pelo de la reina.

Amante de los relojes

En la venta se subastará también un anillo de diamantes que contiene un mechón de cabello de la reina y que está estimado en entre 8.000 y 10.000 dólares.

María Antonieta apreciaba también la alta relojería y muestra de ello es un reloj de bolsillo cuya caja lleva las iniciales MA, así como tres flores de lis, estimado en entre 1.000 y 2.000 dólares.

Antes de intentar huir de Francia con el rey Luis XVI y sus hijos, María Antonieta envió sus joyas a Bruselas. Madame Campan, la primera doncella de cámara de María Antonieta, contó en sus memorias cómo pasó una noche entera en el Palacio de las Tullerías embalando con la reina las joyas de esta en algodón, para después ponerlas en un cofre de madera.

Los días posteriores, las joyas se enviaron a Bruselas, donde reinaba la hermana de la reina, María Cristina. Después se le confiaron al emperador de Austria, sobrino de María Antonieta, de origen austríaco.

Detenidos en Varennes, Luis XVI y María Antonieta fueron guillotinados en octubre de 1793. Su hijo Luis XVII murió en cautividad.

La única superviviente de la Revolución Francesa fue su hija, María Teresa de Francia, que fue puesta en libertad en diciembre de 1795. A su llegada a Viena, el emperador de Austria le entregó las joyas de su madre, celosamente conservadas.

Al no tener descendencia, María Teresa de Francia dejó parte de sus joyas a su sobrina e hija adoptiva, Luisa de Francia, duquesa de Parma y nieta del rey Carlos X, la cual, a su vez, las transmitió a su hijo Roberto I, último duque reinante de Parma.