24/04/2024
02:38 PM

La petición de ser madre se mezcla en Irán con ceremonias de luto

  • 18 septiembre 2018 /

La leche tiene una importancia destacada en este evento y muchas mujeres la beben y piden su deseo.

Teherán, Irán.

La iraní Shahnaz Ahmadí imploró durante 17 años sin éxito quedarse encinta. Finalmente recurrió a Ali Asghar, el hijo del imán Husein asesinado siendo un bebé, y logró ver hecho realidad su deseo de ser madre.

Junto a su hija de 7 años, Ahmadí acudió para dar las gracias a una de las ceremonias de luto en Teherán en recuerdo de Ali Asghar, que se celebran en los días previos a la Ashura, cuando los chiíes conmemoran el martirio del imán Husein y sus familiares en el año 680 de nuestra era en la batalla de Kerbala (actual Irak).

'Durante 17 años recé a los diferentes imanes que intercedieran por mí ante Dios para tener un hijo, y cuando ya había perdido totalmente la esperanza, se lo pedí a Ali Asghar y al mes me enteré de que estaba embarazada', explicó a Efe esta ama de casa de 40 años.

Con la voz quebrada por la emoción de estos recuerdos, Ahmadí afirmó que el hijo del imán Husein es 'la puerta del cumplimiento de los deseos de las mujeres que quieren ser madres', aunque reconoció que tardó en recurrir a él por pudor, por el pesar que sufrieron sus padres con su pérdida.

Según la historia, Ali Asghar falleció con tan solo seis meses atravesado por una flecha en brazos de su padre Husein, el tercer imán de los chiíes y nieto del profeta Mahoma.

Su muerte, al igual que la de su padre, tuvo lugar durante la citada batalla de Kerbala contra el califa Yazid I, un suceso que marcó el comienzo del cisma entre los chiíes y los suníes, las dos ramas principales del islam.

También imploró a este bebé para quedarse embarazada Mona Masrur, una maestra a la que se le resistió durante varios años la maternidad.

'Prometí a Dios que si me daba un hijo vendría con él siete años a las ceremonias en honor de Ali Asghar', dijo a Efe esta mujer en la 'takieh' (caseta de una cofradía) de Tayrish, en el norte de Teherán.

En agradecimiento por el deseo cumplido, Masrur ha repartido durante cinco años en esta 'takieh' tetrabriks de leche y ha donado dinero.

Lea: Un santuario de chimpancés torturados en experimentos, ante su cierre en Austria

La tradición marca que en las ceremonias en recuerdo de Ali Asghar, llamadas 'Shir jaregane' (los bebedores de leche) se ofrezca leche a las mujeres y niños, protagonistas de estos evento.

Muchos de los niños acuden ataviados con los pañuelos tradicionales y cintas verdes, el color de los descendientes del profeta.

Tras los cantos de luto habituales del mes islámico de muharram, se pasea entre los asistentes una cuna, que simboliza la del bebé, a la que las mujeres se agarran llorosas y en la que suelen depositar dinero.

Uno de los responsable de la 'takieh' de Tayrish, Hamid Seifineyad, contó a Efe que 'hay una creencia especial sobre el día de Shir jaregane', principalmente entre las mujeres.

'Una mujer trajo ayer mil cartones de leche después de haberlo prometido el año pasado si se quedaba embarazada', indicó Seifineyad, encargado de la decoración del lugar, en el que también se ofrece una comida durante la ceremonia.

Según este hombre, la leche tiene una importancia destacada en este evento y muchas mujeres la beben y piden su deseo, en el marco de las celebraciones del mes de luto de muharram.

El día cumbre de este mes es el de la Ashura, el próximo jueves, cuando las procesiones de hombres golpeándose el pecho y la espalda con cadenas, inundan las calles de Irán para recordar el martirio del imán Husein.

Para iniciar a los niños en estos ritos de duelo de la Ashura, la festividad religiosa más importante para los chiíes y de amplio seguimiento en la República Islámica, un primer paso es la ceremonia de 'Shir jaregane'.

Como dijo Ahmadí, traen a sus hijos para que 'conozcan la ceremonia y comprendan la realidad de lo ocurrido al imán y su familia, y así cuando sean mayores puedan profundizar en estos temas y seguir este camino de fe'. Texto, foto y video de EFE.

Foto: La Prensa