18/04/2024
05:07 AM

Londres: Mujer distrajo a asesinos de soldado antes de llegar policía

  • 23 mayo 2013 /

Ingrid Loyau-Kennett iba en un autobús cuando vio la escena del crimen.

Una líder de los boy scouts podría haber evitado mayores derramamientos de sangre al distraer a un integrista musulmán que decapitó a un soldado en una calle de Londres.

Ingrid Loyau-Kennett se apeó del autobús y dialogó con dos atacantes tras intentar ayudar al soldado tendido en la calle, pero descubrió que no tenía pulso y había fallecido.

La madre de 48 años habló con ambos atacantes, cubiertos de sangre, hasta que llegó la policía.

Loyau-Kennett dijo el miércoles por la noche y el jueves por la mañana a varios medios de comunicación británicos que regresaba de Francia y acudía a visitar a sus hijos en Londres cuando se detuvo el autobús debido al ataque.

Agregó que vio un automóvil accidentado y a la víctima tendida en la calle, que intentó socorrer por tener conocimientos de primeros auxilios. Vio que el hombre había muerto cuando fue acorralada por los atacantes.

Contó que un hombre 'con un gorro negro, un revólver en una mano y un machete en la otra se me acercó y le ordenó que se alejara del cadáver.

'Le pregunté por qué hizo lo que hizo', dijo la mujer según el diario The Guardian. 'Respondió que mató al hombre porque era un soldado británico que mató musulmanas y niños en Irak y Afganistán. Estaba indignado que el ejército británico estuviera allí'.

Cuando el atacante le advirtió que iba a matar a un policía cuando llegara la fuerza pública, le preguntó si era algo razonable e intentó distraerlo.

Luego habló con el otro atacante, callado y tímido, dijo.

'Le pregunté que si quería entregarme lo que llevaba en su mano, un cuchillo, pero no quería pronunciar esa palabra', agregó. 'No quiso y le pregunté: ¿Quiere seguir haciéndolo? Me respondió que 'No, no, no'. No quise alterarlo', según The Guardian.

Loyau-Kennett dijo que no tuvo miedo y que los atacantes no parecían estar ebrios o drogados. Agregó que intentó mantenerlos ocupados para que no se excitaran más.

Se montó en el autobús poco antes de que llegara la policía, que baleó a ambos sospechosos, que fueron llevados a un hospital. 'Los agentes les dispararon a las piernas, creo', contó la mujer al The Guardian.

Tras el asesinato, uno de los atacantes fue grabado en numerosos videos de aficionado formulando amenazas, explicando los motivos de su homicidio y profiriendo consignas políticas mientras gesticulaba con las manos ensangrentadas y esgrimía un hacha de carnicero.

'Juramos por Alá todopoderoso que nunca cesaremos de combatirles', declaró el hombre, quejándose de la presencia de la tropa británica en teatros de operaciones contra los musulmanes. 'Debemos combatirles como nos combaten a nosotros'.

La cámara mostró el cadáver tendido en mitad de la calle. Este video, con su contenido de amenazas y vitriólica retórica, podría ser la imagen última del homicidio.

Presuntos asesinos de soldado en Londres fueron investigados

Dos musulmanes dijeron que el individuo que esgrimía una cuchilla de carnicero después del asesinato de un soldado británico es un converso musulmán que participó en manifestaciones con el grupo radical proscrito al-Muhajiroun.

La identificación se produjo mientras la policía anunciaba el jueves por la noche el arresto de dos sospechosos más en el caso. La policía dijo que un hombre y una mujer, ambos de 29 años, fueron arrestados bajo sospecha de asociación ilícita para asesinar. La víctima fue identificada por el ejército como el soldado Lee Rigby, de 25 años, ametralladorista del Regimiento de Fusileros Reales, casado y padre de un niño de dos años.

El exdirector de al-Muhajiroun, Anjem Choudary, identificó al individuo que aparece en un video tomado después de la matanza como Michael Adebolajo, un cristiano que se convirtió al islam en 2003 y participó en varias de las manifestaciones del grupo en Londres.

Omar Bakri Muhammad —que vive en el Líbano pero que fue predicador musulmán radical en Londres— también dijo que reconoció al hombre que vio en televisión como Adebolajo y dijo que asistió a sus discursos en Londres a principios de la década pasada. Bakri dijo que recuerda a Adebolajo como una persona tímida interesada en el islam que formulaba preguntas interesantes. 'Solía escuchar más que hablar', afirmó. 'Me sorprendió mucho enterarme de que es sospechoso del ataque'.

Un segundo atacante hospitalizado todavía no fue identificado. Los dos sospechosos de matar al soldado a machetazos y cuchilladas habían sido investigados antes por los servicios de seguridad, dijo un funcionario el jueves, mientras los investigadores inspeccionaban varios sitios y trataban de determinar si los atacantes eran parte de una confabulación para provocar terror en las calles de Londres.

Los dos amenazaron más actos de violencia en imágenes grabadas por los aterrorizados peatones en sus teléfonos móviles. Con cuchillos ensangrentados aguardaron la llegada de la policía, que les disparó en las piernas, según una mujer que trató de auxiliar al soldado agonizante.

El primer ministro David Cameron aseguró que Gran Bretaña no se acobardará por el hecho de violencia y dijo que rechazaba 'la manifestación venenosa de extremismo en la que se alimenta esta violencia'.

En Washington, el presidente Barack Obama condenó el 'repugnante ataque'. Obama dijo el jueves en una declaración escrita que Estados Unidos respalda a Gran Bretaña 'ante la extorsión violenta y el terror'. Agregó que la relación especial entre ambos países es especialmente importante en momentos difíciles.

Obama dijo que 'no hay justificación alguna de dichas acciones' y ofreció sus plegarias por la familia de la víctima y el pueblo británico. 'Es odioso, es horrible e inquietante. Pero no parece tener demasiado efecto', afirmó Christian White, un hombre de 43 años, cerca de una estación de subterráneo donde estalló una bomba en julio del 2005.

'Los londinenses están acostumbrados a vivir en una ciudad donde la vida es complicada'. Las autoridades reforzaron la seguridad en los cuarteles militares en la capital y la policía dijo que se movilizaron patrullas extra en sitios vulnerables como templos, centros de transporte y zonas congestionadas.

El ministerio de defensa dijo que el soldado muerto era Lee Rigby, de 25 años, con un hijo de 2 años. Se incorporó al ejército en el 2006 y sirvió en Chipre, Afganistán y Alemania. El ataque del miércoles ocurrió cerca de un cuartel militar en la zona de Woolwich en el sur de Londres.

La escena fue desusada: un hombre muerto a cuchilladas y machetazos a media tarde, exánime en la calle, mientras los dos agresores se desgañitaban haciendo propaganda ante los peatones asombrados y aparentemente aguardando un enfrentamiento con la policía.

Escenas de video mostraron a un hombre negro, con las manos manchadas de sangre y una cuchilla de carnicero, criticando al gobierno británico y a la presencia de soldados británicos en el extranjero.

Maajid Nawaz, exislamista que ahora integra el grupo antiextremista Wuilliam en Londres, dijo que los videos y los primeros detalles indican que el individuo había sido inspirado por al-Qaida. 'No digo que estén vinculados operativamente a al-Qaida', dijo Nawad a The Associated Press, 'pero estos hombres claramente sentían una afinidad con este sentir yihadista. Y no tienen que haber visitado ningún otro país para que esta ideología repercutiese en ellos'.