Para decir “no” al plan de austeridad que los priva de la doble paga de Navidad, los funcionarios españoles continuaron ayer sus pequeñas manifestaciones y cortes de calles, preparándose para la gran manifestación prevista para hoy en 80 ciudades del país.
En grupos de centenares de personas, bajaron a las calles del centro de Madrid, en la pausa café de finales de la mañana de ayer, desfilando ante las puertas de los ministerios o bloqueando la principal avenida madrileña, el Paseo de la Castellana.
“Si quieres ganar, lucha sin descansar”, proclamaba una pequeña pancarta.
Otras portaban un “no” con un par de tijeras, símbolo de la cólera creciente tras el anuncio, el 11 de julio, por el gobierno de derecha, de un plan de restricciones de 65 mil millones de euros hasta el 2014.
Para hoy por la tarde, los sindicatos UGT (Unión General de Trabajadores de España) y CCOO (Confederación Sindical de Comisiones Obreras) convocaron manifestaciones en 80 ciudades de España, bajo el lema “quieren la ruina del país. Hay que impedirlo”. Ponen en tela de juicio este plan que según ellos afecta a los sectores “más débiles de la sociedad, sin ninguna medida pidiendo esfuerzos a las empresas y a las rentas más altas”.
Los sindicatos advirtieron que una huelga general sería “inevitable” si el gobierno no daba marcha atrás con su plan, que afecta el poder adquisitivo de todos los españoles y que peligra con agravar la recesión, cuando las previsiones oficiales calculan ya un retroceso del PIB (Producto Interno Bruto) de 1.7% este año. Entre las medidas, la subida del IVA, cuyo porcentaje será elevado el 1 de septiembre de 18% a 21%, la reducción de las prestaciones para los nuevos desempleados, que verán reducido de 60% a 50% su monto al cabo de seis meses y la suspensión de la doble paga de Navidad para los funcionarios, equivalente a un sueldo, con una pérdida anual del 7%. Los pequeños ahorristas deberán compartir las pérdidas de los bancos españoles que se beneficien del plan de ayuda europeo porque una ley reformará la venta de los productos de alto riesgo que son las “participaciones preferenciales”, pero no será retroactiva, dijo ayer el gobierno.
Interpelado por la oposición socialista en la Cámara de diputados, el ministro de Economía, Luis de Guindos, confirmó que los bancos rescatados “deberán contribuir a su reestructuración con sus propios recursos lo más posible”, citando el memorándum sobre la ayuda a los bancos que será aprobado mañana en la Eurozona.
