24/04/2024
07:30 PM

Rajoy y Zapatero iniciantraspaso en España

El nuevo Parlamento se constituirá el próximo 13 de diciembre.

El conservador Partido Popular, PP, que arrasó al Partido Socialista en las elecciones del domingo en España, comenzará hoy mismo el traspaso de funciones con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con vista a tener formado el nuevo ejecutivo que presidirá Mariano Rajoy antes de Navidad.

El líder conservador intervino ayer ante la dirección de su partido tras la victoria electoral, que le ha dado una amplia mayoría absoluta de 186 escaños en el Congreso de los Diputados, frente a los 110 del Partidos Socialista Obrero español, PSOE, que sufrió su peor derrota castigado por las consecuencias de la crisis.

Rajoy manifestó su deseo de que tanto el debate parlamentario de su investidura, como el nombramiento del Gobierno, se produzca lo antes posible y aludió en concreto a “antes del día de Navidad”, según resumió a la prensa la “número dos” de su partido, María Dolores de Cospedal.

El líder de la formación de centroderecha habló con Rodríguez Zapatero para dar comienzo al proceso de traspaso de funciones.

Pieza clave

Para coordinar ese traspaso de poder, Rajoy eligió a una persona de su máxima confianza: Soraya Sáenz de Santamaría, exportavoz del PP en el Congreso de los Diputados, y que aparece en todas las quinielas que manejan los medios españoles sobre el nuevo Ejecutivo, en algunas incluso como vicepresidenta primera o “número dos”.

Ayer, en declaraciones a una cadena de radio, Sáenz de Santamaría se mostró partidaria de acelerar al máximo el traspaso de poderes al nuevo Gobierno al considerar que el país está en una situación “extraordinaria” debido a la gravedad de la crisis económica.

“No puede ser que los plazos vayan en perjuicio del interés general y de la rápida asunción de problemas”, señaló en alusión a los pasos establecidos en la Constitución española y en la ley electoral para el cambio de Gobierno.

Conforme a ese proceso establecido, el nuevo Parlamento se constituirá el 13 de diciembre.

A partir de ese día, el rey Juan Carlos, como jefe de Estado, mantendrá consultas con los partidos antes del debate de investidura del nuevo Presidente, que se calcula que será en torno al día 20 de diciembre, tras el cual Rajoy jurará o prometerá su cargo ante el rey antes de anunciar la composición de su gabinete.

Disponibilidad

Zapatero ofreció ayer al PP la “máxima colaboración” en las próximas semanas en las que su Ejecutivo estará en funciones, en las que dijo que actuará con “sentido de la responsabilidad” frente a la complicada situación económica del país, acuciado por la necesidad de hallar una rápida salida a la crisis.

Zapatero reconoció la dura derrota y anunció que el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, celebrará un congreso a principios de febrero para renovar sus órganos de dirección y elegir a un nuevo líder.

El jefe del Gobierno en funciones no aclaró si el candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, gran derrotado en los comicios, concurrirá a ese congreso.

“El partido ha sufrido un fuerte deterioro en su respaldo popular”, admitió Zapatero. “Es lo que procede, que el partido afronte una nueva etapa”, añadió

Según Cospedal, Rajoy presentó como sus principales objetivos: decir la verdad de la situación a los españoles, consultar con los partidos con representación parlamentaria, poner orden, cumplir las responsabilidades, realizar las reformas necesarias y “tener un Gobierno presidido por el rigor y la constancia”.

Sobre esas premisas, y sin avanzar medidas concretas, el líder conservador planea sacar al país de la crisis, con “un compromiso inequívoco y rotundo con Europa y con las instituciones europeas, con un compromiso claro con el euro”.

Los dirigentes de los principales países europeos y de las instituciones de la UE han felicitado a Rajoy por su rotunda victoria; y en el caso de la canciller alemana, Ángela Merkel, habló hoy con él por teléfono.

El líder conservador volvió a advertir ayer que no deben esperarse milagros, y aludió a las presiones sobre la deuda española en los mercados para apuntar que la solución “tiene que venir de una estrategia conjunta y operativa de toda la zona euro”.

Pero, pese al vuelco electoral en España y al cambio del Gobierno que trae consigo, los mercados hoy no han aflojado su presión sobre la deuda soberana.

La prima de riesgo española ha vuelto a subir a 464 puntos básicos por encima de los 441 en los que cerró el viernes, y la Bolsa bajó el 3.48%, ajena, asimismo, al cambio electoral.

Rajoy, de 56 años, que perdió contra Zapatero en 2004 y 2008, logró la Presidencia del Gobierno en su tercera tentativa.

“No va a haber milagros, no los hemos prometido. Para nadie es un secreto que vamos a gobernar en la más delicada coyuntura en que se haya encontrado España en los últimos 30 años”, dijo Rajoy. Efe/AP

Indignados por el bipartidismo

El avance de Izquierda Unida, alianza de comunistas y ecologistas, en las legislativas españolas muestra la influencia del movimiento de protesta conocido como los indignados y lanza una advertencia a los grandes partidos cuya credibilidad se ve en entredicho frente a la crisis. “No nos vamos a institucionalizar. Vamos a seguir en la calle. No somos clase política”, afirmó el coordinador general de esa coalición, Cayo Lara.

“No podéis ni imaginaros lo que se agradece de vez en cuando una alegría en la casa de los pobres”, añadió.

Con 186 diputados de los 350 de los que consta el Congreso de los Diputados, el conservador Partido Popular, PP, obtuvo una victoria sin precedentes. Pero sólo ganó 550,000 votos respecto a las legislativas de 2008 y se benefició sobre todo del descalabro de los socialistas y de la dispersión de sus votantes hacia partidos más pequeños, con lo que el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, sufrió la peor derrota de su historia, con 110 diputados.

IU, que hasta ahora tenía dos escaños, logró así abrirse un camino que le llevó a lograr once diputados en el Congreso, la poderosa cámara baja del Parlamento, donde contará con grupo parlamentario propio. Y ello a pesar de un sistema electoral complejo, resultante de la gran descentralización del Estado español, que privilegia a los partidos nacionalistas frente a las pequeñas formaciones nacionales. Por número de votos, IU es la tercera fuerza política española, por detrás de los socialistas.

Su progresión muestra el recelo hacia los dos grandes partidos expresado por el entorno de los indignados, apoyado por una opinión pública sin ilusión sobre la capacidad tanto del PP como del PSOE para acabar con la crisis. Además, las nuevas medidas de austeridad que se perfilan podrían llevar a una mayor movilización social, en un momento en que el desempleo sigue en un nivel récord (21.52%).