Tamaulipas, México.
Un grupo de indocumentados centroamericanos que se encontraban privados de su libertad en el municipio de Madero, del estado de Tamaulipas, fueron liberados el pasado jueves gracias a la denuncia de un ciudadano que observó movimientos de hombres armados en la zona.
Las autoridades de Tamaulipas lograron ingresar al lugar donde se encontraban 41 migrantes hondureños, 20 salvadoreños, dos nicaragüenses, seis guatemaltecos y un cubano, de ellos 18 son hombres, 25 mujeres y 27 menores, ahora todos se encuentran bajo resguardo del Instituto Nacional de Migración.
Los testigos señalaron que al lugar llegaron camionetas del Instituto Nacional de Migración, tres se fueron llenas de hombres, mujeres y también bebés.
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En el interior de la vivienda se pueden apreciar pañales para bebés, comida, ropa y basura, lo que indica que estuvieron retenidos varios días.
El Salvador lanza campaña
Ante los peligros a los que se exponen los indocumentados al cruzar la frontera, y considerando que entre los rescatados en Tamaulipas se encontraban 20 salvadoreños, la viceministra para los Salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín, hizo un llamado para concienciar a sus compatriotas a no cruzar la frontera.
Luego de finalizar la visita que efectuó a centros de acogida de indocumentados en Texas y Nuevo México, Magarín señaló en Los Ángeles (California) que cerca de 250 mujeres y niños salvadoreños retenidos en esos centros enfrentan un proceso de deportación y calificó la situación como “bastante difícil”.
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La vicecanciller destacó que hay menores “con infecciones respiratorias o intestinales” y que si bien reciben atención médica en los centros de detención, “no es suficiente para que los niños estén en buen estado de salud”.
En el transcurso de un cálculo que efectuó sobre la situación de los menores centroamericanos retenidos por los oficiales de Inmigración de EUA, Magarín anunció el comienzo en Los Ángeles de una campaña para detener el envío de menores hacia el país norteamericano, bajo el título “No pongan en riesgo sus vidas”.
El cónsul de El Salvador en Los Ángeles, Walter Durán, dijo que la campaña se dirige a los padres de los menores, “porque quien paga por sus niños para que vengan es el padre que está en los Estados Unidos”.
