19/04/2024
01:14 PM

El apretón de manos de Obama y Castro indigna a exiliados en Miami



El Gobierno de Estados Unidos por su parte restó importancia al apretón de manos de Obama con Castro.

Washington, Estados Unidos.

El Gobierno de Estados Unidos trató hoy de restar importancia al apretón de manos entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el de Cuba, Raúl Castro, un gesto que generó todo tipo de interpretaciones pero que, según los analistas, no significa un avance en el deshielo entre los dos adversarios de la Guerra Fría.

Obama se dirigía hacia el estrado en la ceremonia en honor del expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela, cuando pasó junto a Raúl Castro en una larga fila de dignatarios mundiales que acudieron a Johannesburgo para homenajear al fallecido líder africano.

El breve apretón de manos que siguió, acompañado de un inaudible intercambio de palabras, supuso el primer encuentro documentado entre Obama y Castro, y ha generado desde comentarios sobre el poder conciliador de Mandela a airadas críticas del exilio cubano.

'El presidente (Obama) estuvo en un funeral internacional, y no eligió quién asistía', matizó el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, interrogado al respecto en una audiencia en la Cámara baja.

Poco antes, un funcionario de la Casa Blanca que pidió el anonimato subrayó que el de Obama y Castro 'no fue un encuentro planeado con antelación'.

'Por encima de todo lo demás, hoy es un día para homenajear a Nelson Mandela, y ése era el único foco de atención del presidente durante el servicio fúnebre', aseguró el funcionario.

Tanto Kerry como ese funcionario recordaron que el discurso de Obama incluyó una aparente crítica al régimen cubano.

'Hay demasiados líderes que aseguran ser solidarios con la lucha por la libertad de Madiba (apelativo cariñoso de Mandela), pero no toleran la disidencia en su propio pueblo', señaló Obama.

Raúl Castro mira a Barack Obama.

Kerry fue más allá al subrayar que no cree que Raúl Castro respete los derechos humanos en la isla, respondiendo a una pregunta directa de la congresista republicana de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen en la audiencia de hoy.

Esa legisladora aseguró que el gesto brinda 'un golpe de propaganda para el dictador' Castro, y que la 'mano cubierta de sangre' que extendió para saludar a Obama es la misma que usa para reprimir a la disidencia en Cuba.

'Ahora mismo, mientras hablamos, se está deteniendo a líderes de la oposición cubana. Creo que se sentirán descorazonados por esto', apuntó Ros-Lehtinen.

En el mismo sentido, el senador republicano de origen cubano Marco Rubio afirmó que si Obama 'iba a estrecharle la mano (a Castro), debería haberle preguntado por las libertades básicas con las que Mandela estaba asociado y que se niegan en Cuba', en una declaración recogida por la cadena Fox News.

Críticas similares se escucharon entre las organizaciones del exilio cubano en Florida: Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, consideró que habría sido un 'gesto digno' por parte de Obama 'no extenderle la mano a un dictador'.

Según expertos consultados por Efe, sin embargo, Obama tuvo poca opción cuando se encontró con Castro entre el resto de líderes.

'Haberse negado a saludar a Castro -especialmente en el acto de homenaje a Nelson Mandela- habría quedado como un gesto corto de miras y completamente opuesto a la generosidad de espíritu de Mandela', dijo a Efe el presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, Michael Shifter.

Rehuir a Castr

'La Administración Obama está abierta a mejorar las relaciones con La Habana, y este gesto meramente simbólico subraya esa apertura, pero aún queda un largo camino antes de que se pueda hablar de un deshielo significativo', consideró.o en ese escenario 'habría sido embarazoso y habría tenido un coste político para Obama', subrayó el experto, para quien sin embargo 'sería imprudente sacar demasiadas conclusiones'.

Castro, por su parte, calificó hoy el apretón de manos como algo 'normal', de gente 'civilizada', en una breve entrevista con la emisora La FM de Colombia desde Johannesburgo.

Obama esbozó un acercamiento a Cuba a su llegada al poder en 2009, pero el proceso se frustró a partir de la condena apenas unos meses después al contratista estadounidense Alan Gross, condenado a 15 años de cárcel por 'actividades subversivas'.

'Obama ya ha demostrado su disposición de cambiar la relación', afirmó a Efe Tomás Bilbao, director del centro de análisis Cuba Study Group, que coincidió en que el apretón de manos fue 'un saludo protocolario' al que no debe darse 'mayor interpretación'.

El saludo entre Obama y Castro no tiene precedentes durante el mandato de ambos, pero no marca la primera vez que un presidente estadounidense estrecha la mano de uno de los hermanos Castro.

Exilio cubano en Miami decepcionado

El exilio cubano en Miami calificó hoy de 'decepcionante', 'indigno' y 'desacertado' que el presidente Barack Obama estrechara la mano del presidente cubano, Raúl Castro, un 'dictador sangriento', en el homenaje póstumo al líder sudafricano Nelson Mandela en Johannesburgo.

Las abiertas críticas contra el saludo de Obama a Castro fueron unánimes entre las organizaciones del exilio cubano, que no ahorraron calificativos a este acto de 'hipocresía diplomática' e insensibilidad hacia las víctimas de la represión castrista en Cuba.

'Da tristeza que Obama le de la mano a un dictador (Raúl Castro) que tiene la suya embarrada de sangre', y que lo haga precisamente hoy, aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, dijo a Efe Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia.

En opinión de Sánchez, hubiese sido un 'gesto digno', por parte de Obama, 'no extenderle la mano a un dictador' que 'asedia a los opositores de forma encarnizada'.

Criticó además que fuese, 'aparentemente', el propio Obama el que iniciase el apretón de manos: 'Obama podía haber evadido perfectamente ese momento. La política tiene que tener dignidad humana', resaltó.

El activista se preguntó si Obama hubiese estrechado, en su tiempo, la mano de otros dictadores como Pinochet o Somoza, en el caso de que hubiese coincidido con ellos en un acto oficial de esta trascendencia. 'Casi seguro que no', aventuró Saúl Sánchez.

Para el exilio no se trata de un hecho menor, ya que los gestos son siempre importantes, más si cabe procediendo del presidente de la nación más poderosa del mundo.

En ese sentido, para Ofelia Acevedo, viuda del opositor cubano Oswaldo Payá, fundador del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), lo peor de este apretón de manos es que se produce en momentos en que en Cuba 'hay una represión inmensa' y una atmósfera de coacción y 'violación de los derechos humanos permanente'.

'Como decía mi esposo, los cubanos seguimos sin tener derecho a los derechos', apuntó a Efe Acevedo, quien lamentó que el presidente de un país que 'enarbola el respeto a la libertad de expresión y de asociación' estreche la mano a Raúl Castro, quien 'representa una dictadura de 55 años'. 'Es un poco decepcionante y desacertado', apostilló la viuda de Payá, que reside en Miami.

El MCL y la viuda reclaman una investigación independiente sobre la muerte de su líder y marido, fallecido en Cuba en 2012 en un supuesto accidente de tráfico.

El gesto de Obama generó también fuertes críticas en el seno del Directorio Democrático, que, por medio de su director, Orlando Gutiérrez, aseguró que el saludo del mandatario estadounidense a Castro 'envía un pésimo mensaje político', en medio de 'tanta represión en las calles de Cuba'.

'Envía -precisó a Efe Gutiérrez- todas las señales equivocadas a los que mantienen el poder totalitario en Cuba'.

En parecidos términos se expresó Ángel Desfana, director de Plantados, quien sostuvo que, si bien el protocolo exige el saludo entre los mandatarios, 'en el caso de un dictador asesino como Castro no fue acertado' que Obama le estrechara la mano. 'Debió evitar hacerlo', aseguró a Efe Desfana.

También tuvo palabras duras para Obama la presidenta de Madres y Mujeres Antirepresión por Cuba (M.A.R. por Cuba), Sylvia Iriondo, quien subrayó que el presidente de una 'nación (EE.UU.) que es un bastión de la democracia no debe estrechar la mano de un dictador y un asesino'.

En ese sentido, tachó de 'desacertado' el gesto de Obama, 'más aún en el día de los Derechos Humanos', y mostró a Efe su convencimiento de que 'pudo haber evitado' estrechar la mano a 'un dictador asesino de cubanos y de ciudadanos estadounidenses'.

Por su parte, el presidente de Cuba, Raúl Castro, calificó como 'normal' y de gente 'civilizada' el apretón de manos que se dio hoy en Johannesburgo con el mandatario estadounidense, durante el funeral de Nelson Mandela.

En septiembre de 2000, durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el presidente Bill Clinton saludó al entonces mandatario cubano, Fidel Castro, si bien el encuentro se produjo lejos de las cámaras y no llegó a la prensa hasta más tarde.

Fidel Castro también saludó en 1959 al entonces vicepresidente Richard Nixon durante una visita a Washington, y en marzo de 2002, el líder cubano denunció que el entonces mandatario George W. Bush había presionado para que se marchara de una cumbre de la ONU en Monterrey (México) antes de que él llegara.