23/04/2024
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Curiosity, un gran paso en la meta de llevar al hombre a Marte

  • 06 agosto 2012 /

La sonda interplanetaria penetró los cielos rojizos del planeta rojo el domingo por la noche.

La Nasa abrió una nueva era en la exploración interplanetaria ayer, cuando su robot Curiosity envió a la Tierra imágenes de la superficie de Marte, iniciando una histórica misión en busca de rastros de vida en el planeta más cercano a la Tierra.

Curiosity, un laboratorio móvil no tripulado de 2,500 millones de dólares, tocó suelo marciano, un logro y un alivio para la agencia espacial estadounidense, que nunca antes había enviado un robot tan grande y sofisticado a otro planeta.

“Llegada confirmada”, dijo un miembro de la misión de control en el JPL (Laboratorio de Propulsión a Chorro) de la Nasa en Pasadena, California, provocando una explosión de aplausos. “¡Nos posamos en Marte! Oh, Dios mío”.

Una polvorienta imagen de una de las ruedas de Curiosity, tomada por una cámara del vehículo, confirmó la llegada al planeta rojo del “rover”, que tiene el tamaño de un automóvil y pesa casi una tonelada.

Una segunda imagen llegó unos segundos después, mostrando la sombra de Curiosity en la superficie marciana.

Misión

El vehículo de propulsión nuclear inició así una misión de dos años para explorar el planeta rojo, que incluye escalar una montaña para analizar capas de sedimentos que se estima tienen hasta mil millones de años.

Cuando se anunció que el vehículo había llegado a destino después de una audaz maniobra denominada “siete minutos de terror”, que supuso el ingreso a la atmósfera de Marte, el descenso y el contacto con suelo del planeta rojo, los especialistas del JPL estallaron de júbilo y compartieron barras de chocolate Mars.

El presidente estadounidense Barack Obama describió el aterrizaje como “una hazaña sin precedentes de la tecnología que se convertirá en un motivo de orgullo nacional en el futuro”. Y Charles Bolden, el administrador de la Nasa, aplaudió a todas las otras naciones, como Francia y Australia, cuyos científicos contribuyeron a los experimentos a bordo del “rover”, denominado MSL (Laboratorio Científico de Marte).

El asesor científico de Obama, John Holdren, describió la llegada a Marte como “un enorme paso en la exploración planetaria”. “Y si alguien tiene dudas sobre la situación de liderazgo de Estados Unidos en el espacio, bueno, hay una muestra de la ingeniosidad estadounidense que tiene el tamaño de un automóvil y una tonelada de peso y que está estacionada en la superficie de Marte en este momento”, agregó.

Una tarea colosal

La posibilidad de éxito era más que incierta: solo 40% de los intentos realizados por agencias espaciales mundiales desde 1960 para llegar a Marte han tenido éxito.

La Nasa ya había enviado sondas mucho menores, pero nunca se había aventurado con un vehículo como el Curiosity.

Al acercarse a Marte, la nave del MSL debía frenar su viaje de 21,240 a 2.74 kilómetros por hora con ayuda de un paracaídas supersónico. Luego debía estabilizarse antes de que una grúa, utilizando cables de nailon, colocara suavemente a Curiosity en el suelo de Marte, una operación que nunca antes se había llevado a cabo.

Alegría

El propio jefe de la maniobra, Adam Steltnzer, había dicho que la operación era una “locura”. Pero en la conferencia de prensa posterior, dijo entre lágrimas: “Estaré satisfecho si esto sigue siendo la mejor cosa que hice en mi vida”.
Los científicos no esperan que Curiosity encuentre extraterrestres o seres vivos, pero sí confían en que sus equipos analicen el suelo y las rocas de Marte en busca de signos de vida pasada.

El ingeniero en jefe de la Nasa, Miguel San Martín, dijo que Curiosity se posó en el Cráter Gale, en el interior de un área elíptica de 20 por 6 km, como se esperaba, al pie del Monte de Sharp. Nuevos datos deben ser transmitidos al JPL en los próximos días para afinar la posición del “rover” en el cráter.

Las primeras pruebas de los instrumentos a bordo se completaron con éxito, dijeron los científicos.

La tarea que tiene por delante Curiosity, dotado de 10 instrumentos especiales -entre ellos 17 cámaras y un rayo láser capaz de destruir rocas-, es colosal: descubrir si el ambiente marciano fue propicio para la vida y preparar una eventual misión tripulada en los próximos años.

Obama se ha comprometido a enviar seres humanos al planeta rojo para 2030.

La nave ya recogió datos sobre la radiación durante sus ocho meses de viaje desde su lanzamiento en noviembre de 2011 desde Cabo Cañaveral, Florida. AFP

“Los siete minutos de terror del Curiosity”

Madrid. Tal y como estaba previsto y con una precisión increíble, la misión Curiosity acaba de cumplir el más arriesgado de sus objetivos: aterrizar en Marte siguiendo una complicadísima maniobra que nunca antes había sido ensayada.

Todo, sin embargo, sucedió exactamente como los ingenieros habían dicho que sucedería. Fue como si se reprodujera una vez más la simulación en video que lleva semanas viéndose en miles de webs y televisiones de todo el mundo.

A las 12:15 am (hora hondureña) sonaron los primeros tímidos aplausos en la sala de control del Jet Propulsion Laboratory cuando llegó la confirmación de que el Curiosity se había desprendido correctamente de los propulsores. La misión, con una trayectoria de entrada perfecta, viajaba ahora en solitario y directamente hacia la atmósfera del Planeta Rojo.

O, mejor dicho, lo había hecho exactamente 13.8 minutos antes, el tiempo que tardan las señales de radio en viajar desde Marte hasta la Tierra. Todas y cada una de las fases del histórico aterrizaje se conocerían con ese inevitable retardo.

Por supuesto, en el JPL no faltaron los clásicos cacahuetes de la suerte, toda una tradición desde 1964, cuando el Ranger 7, tras seis intentos fallidos, consiguió por fin enviar más de 4,000 imágenes de la cara visible de la Luna antes de estrellarse como sus predecesores. Uno de los responsables, presa de los nervios, no dejaba de comer cacahuetes, que desde ese momento se convirtieron en todo un símbolo de la buena suerte.

De pronto, silencio. La señal de entrada en la atmósfera indicaba que todo era normal, pero todo el mundo sabía en la sala que lo que tenía que suceder había sucedido ya. A las 7 y 23 empezaron los siete minutos de terror. El Curiosity ya estaba sobre la superficie de Marte, pero la confirmación no había tenido tiempo aún de llegar hasta la Tierra.

Touch down

Tal y como estaba previsto, el Curiosity fue enviando señales de confirmación en cada una de las fases de su entrada. Primero directamente hasta la Tierra, después, al quedar en la cara oculta del planeta rojo, rebotando la señal en la Odissey.

Ángulo de penetración en la atmósfera: 15 grados; Apertura de paracaídas, correcta; desprendimiento del escudo térmico, correcto: puesta en marcha de la “grúa aérea”, confirmada; radar de proximidad de suelo, funcionando; y por fin... el más esperado de todos los mensajes: “Touch down”, aterrizaje.

Siguieron varios minutos de abrazos, aplausos, vítores y silbidos. Una algarabía que se incrementó cuando llegaron las primeras imágenes de una de las cámaras del Curiosity, mostrando cómo sus seis ruedas estaban perfectamente asentadas sobre el suelo marciano.

Era una foto borrosa, ya que estaba hecha a través de la cubierta, pero en ella se veía con toda claridad que el mayor vehículo nunca enviado a otro mundo había aterrizado sin problemas.

“Estamos en Marte”, “Esto es increíble”, gritaban las decenas de técnicos, que no podían dejar de abrazarse unos a otros. Ahora, habrá que esperar dos horas, hasta la siguiente “pasada” de la Mars Odissey sobre el lugar de aterrizaje. Más tarde se pudieron ver imágenes más claras y muchos más detalles sobre el aterrizaje del robot. Tomado de ABC.es

Logros y fracasos de la Nasa

ÉXITOS

Diciembre de 1971: La agencia espacial soviética envía la sonda Mars 3 que llega a la superficie de Marte, pero sus instrumentos dejan de funcionar luego de 20 segundos, debido seguramente a la gran cantidad de polvo y a las tormentas al momento de descender.

Julio-agosto de 1976: La Nasa logra posar dos sondas en suelo marciano, la Viking 1 y 2, la primera en enviar imágenes y realizar análisis químicos del suelo del planeta rojo.

Septiembre de 1997: La sonda Pathfinder de la Nasa logra aterrizar y desplegar un pequeño vehículo robótico de exploración en la superficie marciana.

Enero de 2004: Los vehículos robóticos de exploración (‘rovers’) Spirit y Opportunity aterrizan con éxito en Marte. Opportunity sigue activa actualmente y continúa enviando imágenes.

Mayo de 2008: La sonda espacial Phoenix realiza trabajos durante 155 días en la región ártica del planeta.
FRACASOS

Noviembre de 1960: La agencia espacial soviética lanza la misión Sputnik 22, un intento de sobrevolar Marte que se desintegra luego de ingresar en la órbita de la Tierra.

Noviembre de 1971: La sonda Mars 2 de la agencia espacial soviética se estrella contra la superficie marciana.

Marzo de 1974: Se pierde la señal de la sonda Mars 6 de la agencia espacial soviética poco antes de aterrizar.

Marzo de 1974: La sonda Mars 7 se pierde poco antes de alcanzar la órbita marciana.

Noviembre de 1996: La Mars 96 de la agencia espacial rusa tiene un despegue fallido.

Diciembre de 1999: la Mars Polar Lander de la Nasa choca en Marte.
Diciembre de 2004: La sonda Beagle 2 de la ESA (Agencia Espacial Europea) intenta aterrizar pero se pierde el contacto antes de que toque suelo.

Ha habido, además, múltiples intentos de enviar transbordadores para orbitar en torno al planeta rojo.

Actualmente hay tres de ellos operando en Marte, dos enviados por Estados Unidos (Mars Odyssey y Mars Reconnaisance) y uno de la ESA (Mars Express).

Más recientemente, Rusia fracasó en su intento de lanzar su sonda Phobos-Grunt, una nave de 165 millones de dólares diseñada para viajar a la luna marciana de Fobos, tomar muestras del suelo y devolverlas a la Tierra para el 2014.

La misión de control perdió contacto con la nave horas después de su lanzamiento en noviembre de 2011 y, en enero, la nave de 13.5 toneladas caía al océano.