16/04/2024
04:22 PM

Indra Fajardo, la modista de los curas

Indra se apasionó por las telas desde su juventud y por eso no vaciló en comprar un pequeño taller cuando se presentó la oportunidad.

Cada vez que Indra Lucía Fajardo contempla a un sacerdote oficiar la misa con las vestiduras que ella le confeccionó siente la mística emoción de saber que lo ha vestido para el Señor.

Si se trata de confeccionar la casulla y la estola, que son propias de los ministros ordenados, su sentimiento es el de la modista que ha confeccionado el traje para alguien que se va a casar, expresa .

“Hasta he llorado viendo a los obispos estrenando mis diseños en una misa”, manifiesta la dama, quien tiene siete años de confeccionar vestiduras clericales.

También las borda con motivos religiosos, muchas veces al gusto de los sacerdotes que se las encargan.
Para hacer los adornos utiliza una máquina industrial, pero sobre todo su arte y creatividad con la ayuda de una hija que hace los diseños en la computadora.

Los religiosos han encontrado en el taller de Indra una tabla de salvación porque antes tenían que importar esas ropas a precios más altos; mientras que ella siente que ha recibido una bendición porque no le falta el trabajo.

Indra Fajardo, la modista de los curas

Luego pasa a la de bordados, adonde Indra Lucía Fajardo y sus ayudantes hacen lujos con la máquina industrial.
Recién había invertido todos sus ahorros para comprar la bordadora industrial en un tiempo de vacas flacas, cuando apareció, como caído del cielo, el padre Óscar Del Cid de la cercana parroquia La Guadalupe, quien le sugirió que aprovechara aquella costosa maquinaria para bordar estolas. Cuando el sacerdote vio lo bien que hacía los bordados, le encargó la primera casulla, recuerda.

Desde entonces no ha parado de elaborar, no solamente túnicas y ornamentos sagrados, sino también manteles para los altares, con orlas que brillan como el oro.

A ella le encargó la Iglesia los hábitos que lucieron los jerarcas católicos en el ordenamiento del primer obispo de La Ceiba, Miguel Lenihan, en febrero de 2012. Al menos 120 estolas fueron confeccionadas y bordadas por ella en esa ocasión.

Es notorio que ha reducido la producción de camisetas, que fue su fuerte en un principio, porque por todos lados, en su taller, solamente se ven vestiduras sacerdotales de todos los colores, unas de encargo y otras que mantiene en existencia por si llegan a buscar.

Indra Fajardo, la modista de los curas

Cada tiempo litúrgico del año tiene su color establecido para los ornamentos y vestimentas sacerdotales, explica el diácono José Jobel Carranza, quien llega al taller a tallarse la casulla que lucirá este domingo cuando sea ordenado sacerdote en Santa Rosa de Copán.

Para el caso, el color morado se usa los cuatro domingos de Adviento, los domingos de Cuaresma y durante la Semana Santa, puesto que es signo de humildad y penitencia.

El blanco es el color de la Navidad. Todo lo referente al ceremonial litúrgico y la vida de los santos también es conocido por la modista, no solo por ser una fiel católica sino para ponerle pasión a su trabajo. Si por ejemplo le piden una estola bordada con la imagen del misionero Antonio María Claret, estudia toda su vida a fin de plasmarla con el misticismo de su personalidad.

Indra Fajardo, la modista de los curas

Esta estola que se prueba el diácono José Jobel Carranza que este domingo será ordenado sacerdote.