24/04/2024
09:49 PM

De Río a Nueva York y Sídney, así celebró el mundo el inicio del 2014

En Rio de Janeiro, unos 2,3 millones de personas se concentraron en la célebre playa de Copacabana para celebrar el inicio del año.

San Pedro Sula, Honduras.

Millones de personas han celebrado la entrada del año 2014 en Asia, África, Europa y las Américas, con espectáculos variopintos y llamativos, en especial en Sídney, Dubái y Londres, que brillaron por su magnificencia.

En Nueva York, cerca de un millón de personas desafiaron el frío para recibir el año en Times Square, con la tradicional caída de la bola de cristal gigante.

La jueza de la Corte Suprema estadounidense Sonia Sotomayor fue la invitada estelar para accionar el mecanismo que pone en marcha la bola de casi 5.500 kilos, que cuenta con 32.000 luces LED y 2.688 cristales de Waterford.

En Rio de Janeiro, unos 2,3 millones de personas se concentraron en la célebre playa de Copacabana para celebrar con un 'besatón' generalizado bajo un cielo iluminado por 24 toneladas de fuegos artificiales lanzados desde el mar. Brasileños y extranjeros se agolparon en las playas cariocas para recibir el año en su mayoría vestidos de blanco.

Vestidos de blanco como manda la tradición, miles turistas y cariocas llenaron las playas de Río para disfrutar de un espectáculo de fuegos artificiales de 16 minutos que tuvo como temática la película de animación 'Rio 2'.

Con la entrada en 2014, el cielo de la conocida Cidade Maravilhosa se cubrió de colores, mientras en la arena miles de espectadores formulaban sus deseos para el año entrante y aprovechaban para refrescarse del calor en las aguas de la playa más famosa de Río de Janeiro.

El encargado de dicho espectáculo pirotécnico fue el español Mario Igual, dueño de la empresa Pirotecnia Igual, con sede en Barcelona, y que un año más fue el responsable de iluminar la llegada del Año Nuevo.

Mientras los fuegos coloreaban la capital carioca, el sonido de un beso se oyó por la playa con el propósito de estimular las muestras de afecto entre los asistentes.

A pesar de la previsión de lluvia para la entrada de 2014, el tiempo dio tregua y permitió que los más de 2 millones de asistentes disfrutaran desde primera hora de la noche de la música sin necesidad de estar pendientes de paraguas e impermeables, como suele ser habitual durante el 31 de diciembre en parte del país.

Artistas como Carlinhos Brown, Nando Reis y Lulu Santos, entre otros, marcaron el ritmo de la última noche de 2013 y la primera de 2014, que se desarrolló entre fuertes medidas de seguridad, ya que sólo en la playa de Copacabana alrededor 1.500 policías reforzaron la vigilancia de la zona.

Más celebraciones

En Londres, la noria conocida como 'London eye' se iluminó a media noche en medio de una muchedumbre eufórica. Unas 50.000 personas participaron en la explosión de los primeros fuegos artificiales 'multisensoriales' del mundo, que incluían confetti comestible con sabor a banana y pompas con olor a naranja.

Moscú vivió una gran fiesta en su célebre Plaza Roja, y en Berlín cientos de miles de personas dieron la bienvenida al nuevo año frente a la puerta de Brandeburgo. En París, más de 300.000 personas se reunieron en los Campos Elíseos, bajo una fuerte vigilancia policial.

La capital italiana celebró con un concierto en el Circo Máximo, con cantantes y DJs, tras un discurso en el que el alcalde Ignazio Marino prometió que '2014 será el año de la recuperación' económica. En Venecia, la plaza de San Marcos se llenó de gente vestida de blanco, para festejar el año que entra con conciertos y fuegos artificiales.

En Madrid, miles de personas desafiaron el frío para congregarse en la Puerta del Sol y tomarse las tradicionales doce uvas, al ritmo de las doce campanadas de final de año.

En Kiev, unos 200.000 opositores ucranianos entonaron el himno nacional en la plaza de la Independencia, en el centro de la ciudad, escenario desde hace un mes de un pulso de la oposición proeuropea contra el gobierno, que ha decidido acercarse a Rusia y no a la UE.

Por su parte en Letonia, los habitantes de este país báltico celebraron el año nuevo con la entrada en la zona euro.

Ya en África, el presidente maliense Ibrahim Boubacar Keita deseó a sus compatriotas 'la paz' en 2014, en un país que sigue sacudido por una grave crisis política y militar iniciada con un golpe en 2012.

Ciudad del Cabo rindió homenaje al expresidente sudafricano Nelson Mandela, fallecido el 5 de diciembre, con un concierto, fuegos artificiales y la proyección en 3D, en la fachada del ayuntamiento, de una retrospectiva en imágenes de la vida del Premio Nobel de la Paz.

En su mensaje, el presidente sudafricano Jacob Zuma se comprometió a proseguir la misión de reconciliación de Mandela. 'Debemos seguir trabajando juntos en 2014 para construir la Sudáfrica de nuestros sueños', dijo.

Sídney y Dubái iluminaron sus noches
La primera gran ciudad en festejar el nuevo año fue Sídney, con un esplendoroso espectáculo de fuegos artificiales en su espectacular bahía.

Por primera vez desde hace diez años, la ópera de Sídney fue el punto de lanzamiento de toneladas de pólvora como parte de las fiestas del 31 de diciembre.

Estos festejos costaron 6 millones de dólares australianos (3,8 millones de euros), según su alcalde, Clover Moore. Es el precio 'de la fiesta de Año Nuevo más bonita del mundo, en el puerto más bonito del mundo', Harbour Bridge, destacó.

Por su parte Dubái, que acaba de obtener la organización de la exposición universal de 2020, ofreció un gigantesco espectáculo pirotécnico.

Burj Khalifa, la torre más alta del mundo con 828 metros se iluminó a la media noche, con un imponente espectáculo de seis minutos de duración. Al mismo tiempo, Burj al-Arab, un hotel presentado como el más lujoso del mundo, contribuía con un espectacular show que encendió con colores el cielo del Emirato.

Con este espectáculo, con 400 sitios de lanzamiento, Dubái aspira a entrar en el Libro Guinness de los récords.

La Antártida fue una de las primeras regiones en recibir el 2014. Los pasajeros de un buque científico ruso varado desde hace una semana en los hielos celebraron la llegada del nuevo año con un himno improvisado subido a YouTube.

En Hong Kong, los rascacielos de la ciudad fueron iluminados por fuegos artificiales lanzados desde barcas alineadas a lo largo de un kilómetro en el estrecho de Victoria Harbour, entre la isla de Hong Kong y Kowloon.

En Japón la celebración fue calma y discreta, con algunos fuegos artificiales y visitas masivas a templos. La población también festejó con gambas, 'sashimi' de atún rojo y otras delicias como 'noodles', que en el país se consideran un símbolo para desear una larga vida.

En Filipinas, las celebraciones previstas estuvieron atenuadas por el recuerdo del paso del tifón Haiyan. En Taclobán, que se llevó la peor parte de esta tormenta, no obstante, se lanzaron fuegos artificiales para animar a la población.

Seúl recibió al nuevo año con 33 tañidos de una tradicional campana del siglo XV.

En Yakarta se instalaron 12 escenarios para actuaciones que mostraron el amplio caleidoscopio cultural del archipiélago. Aunque también se desplegaron 6.500 agentes de policía por la ciudad para garantizar la seguridad ante el riesgo de ataques por parte de extremistas en este país, de mayoría musulmana.

Los ciudadanos con ganas de festejar de Bombay podían celebrar una decisión judicial que pospone la hora de cierre de bares y restaurantes hasta las 05H00, en lugar de las 01H30.

En Arabia Saudita, sin embargo, la policía religiosa se mostró en contra de cualquier tipo de celebración en este reino ultraconservador, que aplica una versión rigurosa del islam y sigue el calendario de la hégira.

En Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, también reunió a cerca de dos millones de personas en la Avenida Paulista, la principal arteria de la ciudad, quienes, alejados del mar, también pudieron disfrutar de buenas dosis de música y fuegos artificiales.

Por primera vez, la capital paulista abrió el parque de Ibirapuera, el pulmón vegetal que oxigena la mayor ciudad del país, situado en la zona sur de la ciudad, para celebrar el Año Nuevo en un ambiente más 'familiar', según la organización.