La Policía chilena detuvo ayer a 139 personas tras desalojar tres colegios de Santiago ocupados la semana pasada por sus estudiantes, en el marco de nuevas protestas estudiantiles que exigen una profunda reforma del sistema educativo.
Del total de detenidos, 132 corresponden a estudiantes y apoderados que se encontraban en los liceos Darío Salas, Miguel de Cervantes y Confederación Suiza, todos en el centro de Santiago.
Los siete restantes fueron arrestados en las afueras de los colegios, detalló el jefe policial Víctor Tapia.
En el Liceo Cervantes, la desocupación se realizó en relativo orden, mientras que en el Darío Salas y Confederación Suiza se registraron enfrentamientos entre agentes policiales y estudiantes, que opusieron resistencia al operativo.
“El uso de la fuerza fue la necesaria para hacer imperio de la ley”, señaló el jefe policial Tapia, preguntado sobre denuncia de un uso ‘excesivo de la fuerza’.
Los desalojos fueron ordenados por el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, luego de fracasar una reunión con representantes de los estudiantes destinada a mantener operativos los colegios.
“Se han llevado a cabo desalojos. Me hubiera gustado que no hubiera ningún detenido.
Se les dieron todas las posibilidades para salir en paz, lamentablemente no las tomaron e hicieron resistencia”, le dijo Zalaquett a radio Cooperativa.
Los estudiantes secundarios han radicalizado sus protestas, porque consideran que su reclamo para reformar el sistema de enseñanza chileno en un sentido más equitativo no ha sido oído por el gobierno del derechista Sebastián Piñera.
El reclamo estalló el año pasado, cuando se realizaron más de 40 marchas por el centro de Santiago y más de un centenar de colegios permanecieron ocupados por varios meses.AFP
