28/03/2024
12:08 AM

Ríos Montt ingresa a prisión tras condena de 80 años por genocidio

El exdictador guatemalteco Ríos Montt anuncia apelación y asegura que su condena es ilegal.

El exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt fue llevado este viernes, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, a prisión en un cuartel militar, tras ser condenado a 80 años por genocidio y otros crímenes de lesa humanidad.

Custodiado por una decena de patrullas, el ex gobernante de facto, de 86 años, fue trasladado del edificio de la Corte Suprema de Justicia al Cuartel de Matamoros, debido a que el tribunal le revocó el beneficio de prisión domiciliar que tenía desde enero de 2012.

En las afueras del cuartel, ubicado en la periferia este de la capital, los vecinos hicieron estallar cohetes a la llegada de Ríos Montt, quien según las autoridades sería el preso número 19.

Policías antimotines rodearon la entrada como prevención, y se apersonaron agentes de otros cuerpos de seguridad, pero al ingresar Ríos Montt al cuartel la seguridad quedó en manos de los militares.

El cuartel de Matamoros es conocido por albergar o haber albergado a reos políticos como Alfonso Portillo, quien fue presidente entre 2000-2004 -electo por el partido Frente Republicano Guatemalteco, fundado por Ríos Montt- y actualmente requerido en extradición por Estados Unidos por delitos de lavado de dinero.

Tras un histórico jucio que inició el 19 de marzo, Ríos Montt fue hallado responsable de 15 masacres a manos del Ejército de 1.771 indígenas mayas-ixiles en el departamento de Quiché, en el norte del país, durante su régimen de hierro entre 1982 y 1983.

Su exjefe de inteligencia militar, José Mauricio Rodríguez, también enjuiciado, fue absuelto de los mismos cargos y fue devuelto al Hospital Militar donde es atendido de una operación en la rodilla y otros problemas de salud.

Condenado a 80 años de prisión

El exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt, de 86 años, fue sentenciado el viernes a 80 años de prisión por genocidio y otros crímenes de lesa humanidad, convirtiéndose en el primer líder latinoamericano, y uno de los pocos en el mundo, en ser condenado por este delito.

'El acusado es responsable como autor del delito de genocidio y (...) se le impone una pena de 50 años inconmutables, y el acusado es responsable contra los deberes de la humanidad cometido en contra de la vida e integridad de los pobladores civiles y (...) se le impone la pena de 30 años de prisión inconmutable', dijo la jueza Jazmín Barrios, al leer la histórica sentencia.

Sentado frente al tribunal, de traje oscuro, el ex gobernante de facto escuchó sereno la condena, mientras la abarrotada sala del Tribunal Primero A de Mayor Riesgo, de la Corte Suprema de Justicia estalló en aplausos y gritos de júbilo.

'¡Sí hubo genocidio, sí hubo genocidio!', gritó cerca de un millar de personas, la mayoría indígenas. 'Muchas gracias', corearon en lengua maya, mientras el dictador, asediado por los fotógrafos, reclamaba al tribunal: '¡jueza, jueza, ponga orden!'.

Ríos Montt fue hallado responsable de 15 masacres a manos del Ejército de 1.771 indígenas mayas-ixiles en el departamento de Quiché (norte), durante su régimen de hierro entre 1982 y 1983, en tanto que su exjefe de inteligencia militar, José Mauricio Rodríguez, fue absuelto de los mismos cargos.

'Es un show político internacional que va afectar el alma del pueblo guatemalteco, pero nosotros tenemos paz porque nunca derramamos o nos manchamos las manos de sangre de nuestros hermanos', declaró Ríos Montt a la prensa, al anunciar que apelará.

'El tribunal creyó oportuno verme a mi como genocida, pero el gran problema es que solamente trabajó sobre supuestos elementos de investigación que no tienen ninguna sustentación legal, en consecuencia todo lo actuado no tiene valor', agregó desafiante el dictador, a quien la jueza también revocó el arresto domiciliario en que estaba desde enero de 2012.

Custodiado por una decena de patrullas, Ríos Montt fue trasladado a un módulo de prisión en el Cuartel de Matamoros, en la periferia este de la capital, donde, al llegar, los vecinos hicieron estallar cohetes. Rodríguez volvió al Hospital Militar donde es atendido de una operación en una rodilla.

Una época de horror

Bajo el régimen de Ríos Montt, quien llegó al poder tras encabezar un golpe militar en 1982, el Ejército aplicó una política de 'tierra arrasada' sobre poblaciones indígenas, a quienes acusaba de colaborar con la guerrilla izquierdista, en el contexto de la Guerra Fría que en Centroamérica también encendió conflictos en El Salvador y Nicaragua.

'Es lógico que (como gobernante y comandante máximo del Ejército), tuvo conocimiento de todo lo que estaba ocurriendo (...) y no lo evitó (...) Se arrasaron las aldeas, se quemaron las viviendas y se mataron a las personas', expuso la jueza con voz temblorosa, al argumentar el fallo.

Durante el juicio, que inició el 19 de marzo, más de cien sobrevivientes de masacres testificaron contra los militares y revelaron atrocidades cometidas en sus lejanas poblaciones.

Con los rostros cubiertos con mantas de colores, indígenas relataron horrores. Algunas fueron violadas por decenas de soldados hasta perder el conocimiento. Otro testigo, Julio Velasco, un niño en la época, aseguró que vio cómo los militares usaban 'la cabeza de una anciana como pelota', en un campamento.

Histórico y polémico

La defensa que siempre consideró ilegal el juicio, había presentado recursos para que se anulara y volviera a la fase de investigación.

La sentencia demuestra 'el fracaso de la justicia porque se han violado los derechos humanos de un procesado. Es una monstruosidad política', afirmó el abogado defensor Francisco García.

'Estamos confiados en que al final prevalecerá la razón y la sensatez y no el ambiente de venganza que se respira', añadió.

El juicio, que inició el 19 de marzo, dividió a los guatemaltecos. Unos afirman que en Guatemala hubo violaciones de derechos humanos pero no genocidio, entre éstos el propio presidente Otto Pérez; mientras otros sostienen que los informes de la ONU documentan ese crimen de lesa humanidad.

En un comunicado, Pérez, un general retirado experto en contrainsurgencia, manifestó que respetará la decisión. 'Es un paso y un mensaje de que en Guatemala podemos tener grandes diferencias, pero respetamos los puntos de vista y posición de todos', subrayó.

'Es un fallo histórico, la prueba fue contundente', dijo a la AFP el abogado del querellante Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (Caldh), Héctor Reyes.

El gobierno de facto de Ríos Montt fue uno de los más sangrientos de la guerra civil que sufrió el país de 1960 a 1996 y que dejó 200.000 muertos o desaparecidos, según la ONU.

'Se hizo justicia porque es primera vez que se reconoce el genocidio en América latina', manifestó Elizabeth Osorio, una activista que lanzaba besos al tribunal.

En Latinoamérica, con triste historia de cruentos regímenes militares, Ríos Montt es el primer de los dictadores en ser condenado por genocidio. Unos murieron antes de pagar por los crímenes, como el general paraguayo Alfredo Stroessner.

Otros, tras un periodo de impunidad, fueron procesados por delitos de lesa humanidad, como Jorge Videla (Argentina), Gregorio Alvarez y Juan María Bordaberry (Uruguay), y Alberto Fujimori (Perú). Augusto Pinochet (Chile) murió en arresto domiciliario en 2006 sin haber sido condenado por el exterminio de opositores.