Brasília.
Le llegó la hora a Dilma Rousseff. La presidenta brasileña, suspendida de sus funciones desde el pasado mayo, comparecerá este lunes en el Senado para defenderse en persona en un último intento de evitar su inminente destitución.
Esta será la primera vez en la que Rousseff acude al Parlamento desde que comenzó el trámite del juicio político en su contra el pasado diciembre para refutar los cargos de los que se le acusa, una serie de maniobras con las que se maquillaron las cuentas fiscales de 2015.
Esas supuestas irregularidades se refieren a tres decretos que modificaron los presupuestos sin autorización del Congreso y al atraso en depósitos a la banca pública, lo que, según la acusación, equivale a la concesión de créditos al Gobierno, algo que está vedado por la Constitución brasileña.
La acusación considera que esas operaciones suponen un “delito de responsabilidad”, que la Constitución contiene como un motivo para la destitución de un jefe de Estado; pero la defensa niega cualquier irregularidad y argumenta que todos los presidentes de la era democrática hicieron maniobras similares.
Si el Senado sentencia que Rousseff es culpable, el presidente interino Michel Temer se mantendría en el poder hasta el 1 de enero de 2019, cuando le entregaría el cargo al ganador de las elecciones previstas para octubre de 2018; pero si el Senado vota en sentido contrario, Rousseff recuperaría de inmediata la Presidencia.
¿Qué sucederá en Brasil?
El cambio en la Presidencia supondría además un fuerte viraje político, que ya ha sido palpable en estos meses, puesto que Rousseff defendía un fuerte gasto social y el Gobierno de Temer prepara drásticos cortes presupuestarios, privatizaciones y recortes en derechos laborales para hacer frente a la honda recesión que atraviesa el país.
Primera presidenta de Brasil, Rousseff fue elegida en 2010 para suceder a su mentor político Luiz Inacio Lula da Silva, quien la acompañará este lunes en el Congreso junto con otros invitados.
La sesión en la que comparecerá Rousseff se prevé larga, comenzará a las 9.00 am con una declaración de la mandataria, que durará media hora y podría alargarse con la venia del presidente del Tribunal Supremo, Ricardo Lewandowski, que preside el juicio político.
Luego se celebrará un debate en el que la acusación y defensa presentarán sus alegatos finales, antes de realizar la votación final, que podría tener lugar el martes.
Le llegó la hora a Dilma Rousseff. La presidenta brasileña, suspendida de sus funciones desde el pasado mayo, comparecerá este lunes en el Senado para defenderse en persona en un último intento de evitar su inminente destitución.
Esta será la primera vez en la que Rousseff acude al Parlamento desde que comenzó el trámite del juicio político en su contra el pasado diciembre para refutar los cargos de los que se le acusa, una serie de maniobras con las que se maquillaron las cuentas fiscales de 2015.
Esas supuestas irregularidades se refieren a tres decretos que modificaron los presupuestos sin autorización del Congreso y al atraso en depósitos a la banca pública, lo que, según la acusación, equivale a la concesión de créditos al Gobierno, algo que está vedado por la Constitución brasileña.
La acusación considera que esas operaciones suponen un “delito de responsabilidad”, que la Constitución contiene como un motivo para la destitución de un jefe de Estado; pero la defensa niega cualquier irregularidad y argumenta que todos los presidentes de la era democrática hicieron maniobras similares.
Si el Senado sentencia que Rousseff es culpable, el presidente interino Michel Temer se mantendría en el poder hasta el 1 de enero de 2019, cuando le entregaría el cargo al ganador de las elecciones previstas para octubre de 2018; pero si el Senado vota en sentido contrario, Rousseff recuperaría de inmediata la Presidencia.
¿Qué sucederá en Brasil?
El cambio en la Presidencia supondría además un fuerte viraje político, que ya ha sido palpable en estos meses, puesto que Rousseff defendía un fuerte gasto social y el Gobierno de Temer prepara drásticos cortes presupuestarios, privatizaciones y recortes en derechos laborales para hacer frente a la honda recesión que atraviesa el país.
Primera presidenta de Brasil, Rousseff fue elegida en 2010 para suceder a su mentor político Luiz Inacio Lula da Silva, quien la acompañará este lunes en el Congreso junto con otros invitados.
La sesión en la que comparecerá Rousseff se prevé larga, comenzará a las 9.00 am con una declaración de la mandataria, que durará media hora y podría alargarse con la venia del presidente del Tribunal Supremo, Ricardo Lewandowski, que preside el juicio político.
Luego se celebrará un debate en el que la acusación y defensa presentarán sus alegatos finales, antes de realizar la votación final, que podría tener lugar el martes.
