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'Mono Muñoz': El empresario narco que superó a la ficción

  • 25 agosto 2016 /

'Si te tuviera enfrente, te mataba', las amenazas por las que será jugado el capo mexicano 'el Ingeniero' en España.

Madrid, España.

Las transcripciones de las escuchas telefónicas que la Policía española hizo durante años al narcotraficante mexicano 'Mono Muñoz' trasladan a un escenario de palizas, amenazas de secuestro, homicidios y corrupción dignos de la más tibia de las películas de narcos.

'Déme una oportunidad', le suplicaba por teléfono a Juan Manuel Muñoz Luévano un hombre que le debía 24 millones de pesos, a lo que el narcotraficante contestaba: 'No, no, no. ¿Cuál última oportunidad? ¿Qué vas a hacer, vender su alma?'.

El 'Mono Muñoz' le decía entonces que le iban 'a llevar' y no le iban a devolver hasta que pagara: 'Es una lástima porque yo te quería a ti y a tu familia, a todos cabrón, y te dije que iba a ser tu tumba'. Con estas palabras acababa una conversación que había comenzado con un 'si te tuviera enfrente, te mataba'.

Extradición
Múñoz fue detenido el pasado marzo en España y está a la espera de una petición de extradición de EUA, cuyas autoridades le califican de 'gran narcotraficante' y colaborador de varios cárteles.
Esta llamada, de junio de 2014, es una de las decenas que la Policía transcribe en un extenso informe, al que ha tenido acceso Efe, sobre las actividades delictivas del 'Mono'.

Muñoz Luévano amenazaba, extorsionaba, ordenaba dar palizas e incluso asesinar desde su casa de un barrio residencial de la periferia de Madrid, donde intentaba pasar desapercibido junto a su familia, a pesar de que al gozar de un alto nivel de vida llamó la atención de los investigadores.

Foto: La Prensa

El Mono Muñoz está a la espera de su extradición a los Estados Unidos.


Aunque no todas las conversaciones han podido ser intervenidas (usaba un sistema de cifrado), en las pinchadas Muñoz Luévano habla con sus 'empleados' mexicanos del día a día del 'negocio'. Así, en una ocasión le informan de que habían hecho desaparecer a un pandillero que les robaba ('ahí está y de ahí dentro no sale'), en otra ordena dar una 'chinga' a un hombre y en una tercera le reportan que han metido 'una calambrada' al tío de un moroso.

'Que caiga también su familia', le dice a uno de los suyos hablando de un deudor que habían ido a buscar sin éxito. A otro que le robaba seis litros diarios de gasoil, el 'Bebe' y el 'Chido' le dieron unos 'tablazos'.

De los políticos del Estado de Coahuila, donde se circunscribía su influencia, se valía para todo tipo de favores, incluyendo poner a su nombre fincas (es el caso del Jesús Duran Flores, alcalde de Arteaga) o que le quitaran de en medio a empresas que le podían hacer la competencia en su negocio de gasolineras.

La acusación más grave que recae sobre él se refiere precisamente a una mujer de la Fiscalía mexicana que 'colaboraba' con su grupo pasándoles información pero que había fallado en un asunto: no les había avisado de la orden de detención de su sobrino por secuestro. 'Para que vaya usted y la mata ahí', le dice al sobrino al enterarse de la traición, tras cuestionarle su lealtad: 'Si es su amiga, ¿por qué no le han avisado?'.

El 'trabajo' del 'Mono Muñoz' durante su residencia en Madrid no se limitaban a ordenar asesinatos y palizas, colaborar con cárteles como Los Zetas o Sinaloa blanqueando su dinero o introducir droga en España, sino que también se mantenía bien informado de otra de las actividades de la banda: el robo de gasolina.

Este cazador cazado, también conocido con el apodo de 'Ingeniero', se enfrenta ahora en la Audiencia Nacional española a los delitos de blanqueo y narcotráfico, pero cabe la posibilidad de que acabe siendo juzgado en EUA, que le busca por delitos parecidos y ha pedido su entrega. EFE