Las transcripciones de las escuchas telefónicas que la Policía española hizo durante años al narcotraficante mexicano 'Mono Muñoz' trasladan a un escenario de palizas, amenazas de secuestro, homicidios y corrupción dignos de la más tibia de las películas de narcos.
'Déme una oportunidad', le suplicaba por teléfono a Juan Manuel Muñoz Luévano un hombre que le debía 24 millones de pesos, a lo que el narcotraficante contestaba: 'No, no, no. ¿Cuál última oportunidad? ¿Qué vas a hacer, vender su alma?'.
El 'Mono Muñoz' le decía entonces que le iban 'a llevar' y no le iban a devolver hasta que pagara: 'Es una lástima porque yo te quería a ti y a tu familia, a todos cabrón, y te dije que iba a ser tu tumba'. Con estas palabras acababa una conversación que había comenzado con un 'si te tuviera enfrente, te mataba'.
Extradición
Múñoz fue detenido el pasado marzo en España y está a la espera de una petición de extradición de EUA, cuyas autoridades le califican de 'gran narcotraficante' y colaborador de varios cárteles.
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Muñoz Luévano amenazaba, extorsionaba, ordenaba dar palizas e incluso asesinar desde su casa de un barrio residencial de la periferia de Madrid, donde intentaba pasar desapercibido junto a su familia, a pesar de que al gozar de un alto nivel de vida llamó la atención de los investigadores.
El Mono Muñoz está a la espera de su extradición a los Estados Unidos.
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Aunque no todas las conversaciones han podido ser intervenidas (usaba un sistema de cifrado), en las pinchadas Muñoz Luévano habla con sus 'empleados' mexicanos del día a día del 'negocio'. Así, en una ocasión le informan de que habían hecho desaparecer a un pandillero que les robaba ('ahí está y de ahí dentro no sale'), en otra ordena dar una 'chinga' a un hombre y en una tercera le reportan que han metido 'una calambrada' al tío de un moroso.
'Que caiga también su familia', le dice a uno de los suyos hablando de un deudor que habían ido a buscar sin éxito. A otro que le robaba seis litros diarios de gasoil, el 'Bebe' y el 'Chido' le dieron unos 'tablazos'.
De los políticos del Estado de Coahuila, donde se circunscribía su influencia, se valía para todo tipo de favores, incluyendo poner a su nombre fincas (es el caso del Jesús Duran Flores, alcalde de Arteaga) o que le quitaran de en medio a empresas que le podían hacer la competencia en su negocio de gasolineras.
El 'trabajo' del 'Mono Muñoz' durante su residencia en Madrid no se limitaban a ordenar asesinatos y palizas, colaborar con cárteles como Los Zetas o Sinaloa blanqueando su dinero o introducir droga en España, sino que también se mantenía bien informado de otra de las actividades de la banda: el robo de gasolina.
Este cazador cazado, también conocido con el apodo de 'Ingeniero', se enfrenta ahora en la Audiencia Nacional española a los delitos de blanqueo y narcotráfico, pero cabe la posibilidad de que acabe siendo juzgado en EUA, que le busca por delitos parecidos y ha pedido su entrega. EFE