El caso de una joven adolescente de 15 años que manejaba un lujoso Mini Cooper en Buenos Aires cuando embistió a un joven motociclista en un choque frontal, causando su muerte inmediata, ha causado indignación en Argentina.
La quinceañera recibió el lujoso vehículo como regalo de cumpleaños, por parte de su padre, un empresario dedicado a la venta de automotores en ese país. El auto ronda los 65 mil dólares.
El accidente se produjo ayer en la madrugada cuando la chica conducía el automóvil deportivo y colisionó con una moto en la que viajaba un joven identificado como Juan Francisco González, de 22 años. Testigos relataron a medios locales que la joven se pasó la luz roja de un semáforo.
El vehículo que manejaba la quinceañera está equipado con un motor de 122 caballos de fuerza que lo catapulta de 0 a 100 kilómetros por hora en nueve segundos, acelerando tan rápido como un auto de carreras, y le permite desarrollar una velocidad final superior a los 200 kilómetros por hora.
La adolescente, que no tenía licencia de conducir, se negó realizar la prueba de alcoholemia, lo cual hace suponer que había consumido bebidas alcohólicas antes de producirse la colisión, acorde con el informe policial.
El padre del fallecido pasó por el lugar del accidente y tomó varias fotografías que más tarde compartió en las redes sociales sin saber que su hijo era uno de los protagonistas de la colisión.
Las imágenes que el padre de la víctima compartió en Facebook para 'concientizar a los conductores'.
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El hombre hizo 'un llamado a la reflexión a los padres. No le den un regalo para matar. Hay otra formas de agasajar a los hijos'.
Por su parte, el padre de la adolescente ya había sido protagonista de las crónicas policiales. En 2014, Gendarmería allanó su concesionaria porque sospechaba que el hombre tenía vínculos con una banda que traficaba droga en vehículos con doble fondo. El empresario logró recuperar la libertad y desentenderse de ese proceso penal.