Un hondureño, testigo de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA) vinculado al caso de los narcosobrinos de Nicolás Maduro, fue asesinado en Honduras en diciembre de 2015.
El informante hondureño de la DEA murió después del arresto de los sobrinos del gobernante Nicolás Maduro, revelan documentos de la corte, según informó la publicación digital SienteAmérica.
Era un colaborador que participó en la periferia de la operación encubierta que condujo al arresto de Efraín Antonio Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, capturados el 10 de noviembre de 2015 en Haití cuando intentaban negociar un acuerdo para traficar 800 kilos de cocaína a Estados Unidos. Los dos jóvenes se han declarado no culpables.
Sandalio González, agente de la DEA, dijo que un testigo que llevó a la captura de los sobrinos del presidente Maduro fue asesinado en Honduras el pasado mes de diciembre.
El agente indicó que el cooperante era un traficante de drogas en Honduras y estaba confinado a una silla de ruedas. Además hizo los señalamientos mediante una declaración jurada e identificó al testigo asesinado como “CW-1”.
González, sin embargo, negó que hubiese autorizado la grabación de la reunión entre el testigo y los sobrinos, indicando que CW-1 dijo que grabó el encuentro con un teléfono celular, aunque al final negó que registró la conversación.
El informante identificado por las autoridades como CW-1, quien aparece sentado en una silla de ruedas frente a los sobrinos en una foto suministrado por la DEA, fue ejecutado pocos días después del arresto.
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“Han matado a dos”, dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato. “Al de Honduras, (CW-1) lo mandaron a matar desde Venezuela”.
La defensa de los primos Flores pidió ante el juzgado que no se acepten como pruebas las grabaciones hechas con teléfonos celulares del encuentro.
La DEA informó en los tribunales que el único testigo autorizado fue CW-1 y que el mismo no contaba con equipos de grabación, señalando que el mismo fue asesinado en Honduras en diciembre pasado.
El segundo ya se encontraba en el país sudamericano y era un colaborador que participó en la periferia de la operación encubierta que condujo al arresto de los sobrinos.
El juicio contra los sobrinos de Maduro se desarrolla en una corte federal del Distrito Sur de Nueva York.
Gran parte de la evidencia contra los jóvenes fue recaudada en reuniones previas con informantes de al DEA, que incluían a CW-1, un narcotraficante que operaba en Honduras y que venía colaborando con la agencia antidroga con la esperanza de alcanzar un acuerdo extrajudicial para reducir los cargos presentados en su contra en Estados Unidos.
Fuente sienteamerica.com y elinformadorweb.co