24/04/2024
12:27 AM

Asesino de Munich, un solitario y aficionado a los videojuegos violentos

  • 23 julio 2016 /

Las autoridades alemanas afirman que no han encontrado ningún vínculo con el Estado Islámico.

Múnich, Alemania

Para sus vecinos, el autor de la matanza de Múnich era un joven amable y sin antecedentes, reservado y aficionado a los videojuegos de guerra, por lo que nada podía presagiar que iba a asesinar a nueve personas a tiros en un centro comercial.

David Ali Sonboly, un joven de nacionalidad alemana e iraní, vivía con su familia en un barrio de viviendas sociales modernas y discretas, en el barrio de Maxvorstadt, una zona más bien acomodada de la ciudad, cercana al centro.

La matanza se produjo
Cuatro días después de un ataque con hacha en un tren de Baviera, cometido por un solicitante de asilo afgano de 17 años.
A la entrada del edificio donde vivía, Delfye Dalbi intenta en vano recordar el más mínimo atisbo de un indicio de la tragedia.

“Nunca lo vi enojado, nunca escuché que tuviera problemas con la policía o con los vecinos”, cuenta esta madre de familia de origen macedonio, que vive en el primer piso.

El autor de la matanza vivía con sus padres y con un hermano más joven en un apartamento de tres ambientes en el quinto piso. Había asistido a la escuela de su barrio, contó.

Foto: La Prensa

David, a través de una falsa cuenta de Facebook, habría citado a algunas de las víctimas al restaurante. Naim Zabergja, padre de Dijamant, una de las víctimas del ataque, muestra la foto de su hijo. AFP
“Era muy amable, servicial. Se reía como cualquier persona normal... Algo ocurrió en su cabeza”, señaló.

Sus padres son iraníes. El papá se desempeña como chófer de taxi y la madre fue empleada de los almacenes Karstadt. Los dos llegaron a final de la década de 1990 como demandantes de asilo. “Lo siento mucho por esta familia, incluso por el chico... La gente dice que es porque es musulmán, pero eso no tiene nada que ver”, dijo Delfye.

David Ali Sonboly
En la mochila que portaba Sonboly, los investigadores hallaron unas 300 municiones, por lo que se sospecha que su intención era matar más personas..
Según el ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, el joven incluso se había convertido a la religión católica, por eso adoptó el nombre de David.

El asaltante padecía “una forma de depresión”, señaló el fiscal de Múnich, Thomas Steinkraus-Koch, al tiempo que pedía prudencia sobre las informaciones que indicaban que el joven habría estado sometido a un tratamiento psiquiátrico.

“Partimos del principio de que se trata de un acto clásico de un desequilibrado” sin ningún tipo de motivación política, dijo un representante de la fiscalía. “No hay ningún vínculo con el Estado Islámico”, declaró el jefe de la policía de Múnich, Hubertus Andrä.