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Fármaco para no infectarse de VIH ya existe

  • 21 julio 2016 /

Conferencia internacional trata de crear conciencia para expandir su uso por todo el mundo

Madrid, España

No es una cura, sino una protección. El medicamento que previene el contagio del virus de inmunodeficiencia humana (VIH, el virus del Sida), ya existe.

La recién celebrada XXI Conferencia Internacional del Sida, efectuada en Durban (Sudáfrica) armó un caso en el que propone la expansión y generalización de la terapia PrEP, que es la terapia profiláctica para evitar la transmisión del VIH a las personas sanas.

Hay que mencionar que uno de los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible prevé la erradicación del VIH para el año 2030, por lo que si el uso del tratamiento PrEP se vuelve común, daría un importante impulso a la consecución de ese objetivo.

También es importante decir que no se trata de un medicamento que ha de suministrarse a toda la población, sino a los grupos más vulnerables, lo que incluye hombres homosexuales, transexuales, personas que guardan prisión y los drogadictos que se inyectan.

En la actualidad, solo unas cuantas decenas de miles de personas se someten a este tratamiento, pero se espera que siga el mismo camino que los antirretrovirales (ARV), los cuales, cuando surgieron, solo beneficiaban a unos cuantos miles de personas, pero ahora permite a unos 17 millones de infectados con VIH llevar vidas muy normales.

Un recién llegado

PrEP lleva relativamente poco tiempo en el mercado, pues no fue aprobado sino hasta hace solo cuatro años por la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA) de Estados Unidos y es vendido bajo la marca Truvada.

Foto: La Prensa

El fármaco se comercializa bajo la marca Truvada.
Sin embargo, los estudios reúnen cada vez más evidencia sobre la efectividad de este tratamiento entre los grupo de alto riesgo de contraer la enfermedad. La única pregunta que queda por contestar es saber si el tratamiento es útil para reducir a escala global la transmisión de la enfermedad.

Otro problema es que el fármaco solo está disponible en un puñado de países y aun en aquellos en donde está disponible, no es una cuestión de tan solo tomar una pastilla, sino que el medicamento forma parte de una estrategia que incluye monitoreos de salud, seguimiento de complicaciones y/o efectos secundarios y asesoría médica.

Para eso hacen falta sistemas de salud bien estructurados para dar seguimiento a los pacientes que se someten al tratamiento, algo que en muchos países en vías de desarrollo tiene un costo mayor que el del propio medicamento. Irónicamente, es justo en esos países en donde más se necesitan tratamientos como PrEP para reducir la incidencia del VIH. Pero como suele suceder con los medicamentos, la efectividad rara vez es del 100%, aunque se acerca bastante. El único tratamiento completamente efectivo es, por supuesto, la abstinencia total.