McAllen, Texas.
Su rostro se iluminó, las lágrimas le rodaban por las mejillas y su sonrisa mostraba la felicidad que estaba viviendo, la hondureña Belkis García salió corriendo al encuentro de su gran amor, su hija de Ashley de cinco años, quien en abril había sido abandonada a su suerte por los coyotes en el desierto.
La pequeña, quien al ver a su madre soltó en llanto y la abrazó con ternura, llegó hasta el aeropuerto de McAllen, Texas, procedente desde Michigan donde se libró una batalla legal por su custodia, publica en su portal Telemundo 40, quien difundió la historia.
Por fin y después de tanta angustia, madre e hija podían verse frente a frente. La pequeña Ashlyn vivió una pesadilla al ser abandonada por los coyotes en su travesía hacia Estados Unidos. La niña relata que antes de ser rescatada caminó bastante y por la noche estuvo solita.
'Me extrañabas mi amor, me extrañabas, pero ya no nos vamos a separar', repetía Belkis, quien llegó acompañada de su otro hijo y un familiar hasta aeropuerto.
Con el ánimo de tener a toda su familia reunida, la hondureña pagó 4,500 dólares a un coyote, pero este dejó abandonada a la pequeña.
El consulado de Honduras ayudó a García a tramitar su pasaporte para poder reclamar a su hija, ahora debe seguir llevando a la niña frente a un juez hasta que los trámites concluyan.
Su rostro se iluminó, las lágrimas le rodaban por las mejillas y su sonrisa mostraba la felicidad que estaba viviendo, la hondureña Belkis García salió corriendo al encuentro de su gran amor, su hija de Ashley de cinco años, quien en abril había sido abandonada a su suerte por los coyotes en el desierto.
La pequeña, quien al ver a su madre soltó en llanto y la abrazó con ternura, llegó hasta el aeropuerto de McAllen, Texas, procedente desde Michigan donde se libró una batalla legal por su custodia, publica en su portal Telemundo 40, quien difundió la historia.
Por fin y después de tanta angustia, madre e hija podían verse frente a frente. La pequeña Ashlyn vivió una pesadilla al ser abandonada por los coyotes en su travesía hacia Estados Unidos. La niña relata que antes de ser rescatada caminó bastante y por la noche estuvo solita.
'Me extrañabas mi amor, me extrañabas, pero ya no nos vamos a separar', repetía Belkis, quien llegó acompañada de su otro hijo y un familiar hasta aeropuerto.
Con el ánimo de tener a toda su familia reunida, la hondureña pagó 4,500 dólares a un coyote, pero este dejó abandonada a la pequeña.
El consulado de Honduras ayudó a García a tramitar su pasaporte para poder reclamar a su hija, ahora debe seguir llevando a la niña frente a un juez hasta que los trámites concluyan.
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