Texas, Estados Unidos.
Según medios locales, esta taquería nombra sus platillos de una manera muy original. Haciendo alusión a la política del país, tiene en su menú nombres como el taco demócrata, el republicano y el independiente.
El presidente ordenó tres tacos, uno de cada partido (Republicano y Demócrata) y un independiente, como un gesto de buena voluntad política de su parte.
La cuenta del presidente fue de 18.40 dólares, más 20 dólares que dejó de propina, afirmó el cajero que lo atendió, Aarón Sego.
Mientras el precandidato republicano, Donald Trump, arremete contra los mexicanos y amenaza con deportar a todos los indocumentados de EUA si logra llegar a la Casa Blanca, el presidente estadounidense Barack Obama se dio tiempo para visitar un par de restaurantes mexicanos en Austin, Texas, incluido una taquería.
El mandatario viajó al estado de la estrella solitaria el pasado fin de semana para asistir al festival South by SouthWest (SXSW), donde habló en un panel sobre tecnología.
Tras cumplir con su agenda, Obama sorprendió a los comensales de Torchys Tacos, en donde fue recibido entre gritos y aplausos.
| Obama ha demostrado en reiteradas ocasiones su afición por la comida mexicana.
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Según medios locales, esta taquería nombra sus platillos de una manera muy original. Haciendo alusión a la política del país, tiene en su menú nombres como el taco demócrata, el republicano y el independiente.
El presidente ordenó tres tacos, uno de cada partido (Republicano y Demócrata) y un independiente, como un gesto de buena voluntad política de su parte.
 El mandatario dejó 20 dólares de propina al cajero que lo atendió.
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La cuenta del presidente fue de 18.40 dólares, más 20 dólares que dejó de propina, afirmó el cajero que lo atendió, Aarón Sego.
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No es la primera vez que Obama acude a disfrutar de la comida de la capital texana, en mayo de 2013 el presidente fue a Stubb’s un lugar que sirve barbeque, en 2014 se encontró con una estudiante de la Universidad de Texas en el Café Magnolia.
En esta visita Obama se detuvo en otro lugar de barbeque en el este de la ciudad, en donde gastó 300 dólares y pagó la comida de las personas a las que se les adelantó en la fila.
