Caracas, Venezuela.
La ofensiva de la oposición venezolana para intentar sacar del poder a Nicolás Maduro desafía tanto al gobierno como a sus adversarios a superar divisiones internas y ganar el pulso en las calles, con una población ocupada en resolver sus angustias cotidianas.
“Vamos con todo”, reza el lema que la oposición comenzó a promocionar en redes sociales y en su discurso. “Aquí no se rinde nadie”, dice el del chavismo. La guerra está declarada. La coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) develó el lunes sus cartas para anticipar la salida de Maduro este año: un referendo revocatorio, una enmienda constitucional y una movilización popular que exija la renuncia.
Pero Maduro, el heredero político del fallecido Hugo Chávez elegido para un periodo de seis años, asegura que no va a renunciar y promete enfrentar a la oposición en cada frente que ahora se ha abierto. Analistas políticos aseguran que la estrategia a tres bandas de la oposición reta no sólo al chavismo, sino también a la misma MUD que la impulsa, pues reveló diferencias internas que no logró superar para conciliar una sola propuesta.
La primera pulseada en las calles empieza el sábado con movilizaciones de ambos bandos.
“Hay desacuerdo entre ‘caprilistas’, favorables al revocatorio, y ‘leopoldistas’, inclinados por la enmienda. Para no ahondar más fricción interna se adoptó una estrategia a tres bandas”, ilustró el politólogo Ricardo Sucre, de la Universidad Central de Venezuela.
Sucre precisó que la MUD debe superar la división entre su ala moderada encabezada por el excandidato presidencial Henrique Capriles y el ala radical liderada por Leopoldo López, quien purga una condena de casi 14 años.
La ofensiva de la oposición venezolana para intentar sacar del poder a Nicolás Maduro desafía tanto al gobierno como a sus adversarios a superar divisiones internas y ganar el pulso en las calles, con una población ocupada en resolver sus angustias cotidianas.
“Vamos con todo”, reza el lema que la oposición comenzó a promocionar en redes sociales y en su discurso. “Aquí no se rinde nadie”, dice el del chavismo. La guerra está declarada. La coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) develó el lunes sus cartas para anticipar la salida de Maduro este año: un referendo revocatorio, una enmienda constitucional y una movilización popular que exija la renuncia.
Pero Maduro, el heredero político del fallecido Hugo Chávez elegido para un periodo de seis años, asegura que no va a renunciar y promete enfrentar a la oposición en cada frente que ahora se ha abierto. Analistas políticos aseguran que la estrategia a tres bandas de la oposición reta no sólo al chavismo, sino también a la misma MUD que la impulsa, pues reveló diferencias internas que no logró superar para conciliar una sola propuesta.
La primera pulseada en las calles empieza el sábado con movilizaciones de ambos bandos.
“Hay desacuerdo entre ‘caprilistas’, favorables al revocatorio, y ‘leopoldistas’, inclinados por la enmienda. Para no ahondar más fricción interna se adoptó una estrategia a tres bandas”, ilustró el politólogo Ricardo Sucre, de la Universidad Central de Venezuela.
Sucre precisó que la MUD debe superar la división entre su ala moderada encabezada por el excandidato presidencial Henrique Capriles y el ala radical liderada por Leopoldo López, quien purga una condena de casi 14 años.
 Un policía antimotines apaga el fuego que encendieron un grupo de estudiantes que protestaron contra Maduro.
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