Caracas, Venezuela.
Como parte de su estrategia contra el poder legislativo dominado por la alianza opositora, el presidente venezolano, Nicolás Maduro sacudió el Ejecutivo modificando parte de su gabinete al cambiar a 18 ministros, incluyendo su vicepresidente.
La medida llega, según dijo el mandatario, para encarar lo que denominó una “nueva etapa de la revolución” frente a un “Parlamento burgués” y para buscar resolver la “grave situación económica”.
Entre los cambios más notables destaca el nombramiento del actual gobernador del estado Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, como vicepresidente ejecutivo, ubicándose así en el puesto que desde hace dos años ocupaba Jorge Arreaza, yerno del fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013).
Los analistas creen que este nombramiento envía una señal de disposición al diálogo a la oposición.
La refacción del gabinete emergió de un conjunto de propuestas recibidas por el mandatario tras el varapalo electoral sufrido en los comicios legislativos celebrados el pasado 6 de diciembre.
La nueva Asamblea Nacional, en poder de la oposición, se instaló el martes pasado con la mira puesta en buscar una vía “constitucional” para sacar del poder al presidente de una manera ‘democrática’ en un plazo de seis meses.
Como parte de su estrategia contra el poder legislativo dominado por la alianza opositora, el presidente venezolano, Nicolás Maduro sacudió el Ejecutivo modificando parte de su gabinete al cambiar a 18 ministros, incluyendo su vicepresidente.
La medida llega, según dijo el mandatario, para encarar lo que denominó una “nueva etapa de la revolución” frente a un “Parlamento burgués” y para buscar resolver la “grave situación económica”.
Entre los cambios más notables destaca el nombramiento del actual gobernador del estado Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, como vicepresidente ejecutivo, ubicándose así en el puesto que desde hace dos años ocupaba Jorge Arreaza, yerno del fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013).
Los analistas creen que este nombramiento envía una señal de disposición al diálogo a la oposición.
La refacción del gabinete emergió de un conjunto de propuestas recibidas por el mandatario tras el varapalo electoral sufrido en los comicios legislativos celebrados el pasado 6 de diciembre.
La nueva Asamblea Nacional, en poder de la oposición, se instaló el martes pasado con la mira puesta en buscar una vía “constitucional” para sacar del poder al presidente de una manera ‘democrática’ en un plazo de seis meses.
