Bogotá, Colombia.
Desde 2001, cuando Fernando de la Rúa renunció en Argentina, hasta hoy, día en que Otto Pérez Molina dimitió en Guatemala, son seis los mandatarios elegidos en Latinoamérica que han dejado el cargo antes de cumplir la totalidad de su mandato y solo uno de ellos fue depuesto por un golpe.
A diferencia de las épocas negras en que la región era conocida por la abundancia de levantamientos en contra de presidentes, solo el hondureño Manuel Zelaya ha sido sacado del poder a la fuerza en el siglo XXI.
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Pérez Molina presentó hoy de madrugada su renuncia al cargo, que fue aceptada por el Congreso, y horas después se presentó voluntariamente ante un juez para prestar su primera declaración desde que fue despojado de su inmunidad para responder por su presunta implicación en una red de defraudación aduanera.
El argentino de La Rúa dimitió pocos días antes de la Navidad de 2001 en medio de una crisis económica sin precedentes en Argentina, que después tuvo una seguidilla de presidentes temporales, hasta que en 2003 asumió Néstor Kirchner.
Hay una imagen semejante de Gonzalo Sánchez de Lozada cuando el 17 de octubre de 2003 dimitió como presidente de Boliviay tomó un avión rumbo a EUA. Luego, en 2005 y también en un clima de agitación social Lucio Gutiérrez fue destituido como presidente de Ecuador en un juicio político en el Congreso por 'abandono de cargo'.
El siguiente presidente constitucional que no pudo terminar su mandato fue Manuel Zelaya en Honduras. En 2009 un golpe de Estado lo sacó del poder y también del país, pues fue inmediatamente deportado a Costa Rica.
Horas después Zelaya fue destituido por el Legislativo, que eligió en su lugar al presidente del Congreso, Roberto Micheletti, quien no fue reconocido por la comunidad internacional salvo contadas excepciones.
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En 2012 Fernando Lugo, presidente de Paraguay, fue destituido por el Senado de su país, que le acusó de mal desempeño de sus funciones, y sustituido por su vicepresidente, Federico Franco.
