Ciudad de México
Familiares, amigos y colegas despidieron al reportero gráfico Rubén Espinosa, asesinado el viernes junto a cuatro mujeres en Ciudad de México, un crimen que ha indignado, una vez más, a los mexicanos por la respuesta del Gobierno.
Tras un mutismo de más de 24 horas, el fiscal de la capital presentó el domingo un informe en el que afirmó que Espinosa estaba en la capital en busca de “nuevas oportunidades” y deslizó el robo como posible móvil del crimen.
Espinosa se había refugiado en la capital tras denunciar amenazas por parte de las autoridades del estado de Veracruz donde había desarrollado su carrera periodística.
La posición de la fiscalía “nos ofende”, dijo Rafael Rodríguez, director de Proceso, donde trabajaba el fallecido, quien estimó “dos distorsiones” en la versión oficial. Primeramente, contemplar el móvil del simple robo “ante la brutalidad y lo atroz del asesinato, tortura, ejecución”, y en segundo lugar, “decir que nuestro compañero venía por nuevas oportunidades de trabajo” cuando en realidad “venía explícitamente para refugiarse”, añadió.
El gobernador de Veracruz, Javier Duarte, lamentó el “aberrante” multihomicidio, pero en las redes sociales era señalado por el crimen. La Comisión Nacional de Derechos Humanos tiene un registro de 15 agresiones a reporteros en el Estado durante su mandato.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, reiteró que la Fiscalía mantiene abiertas todas las líneas de investigación del caso; entre ellas, las amenazas de Duarte a Espinosa.
Familiares, amigos y colegas despidieron al reportero gráfico Rubén Espinosa, asesinado el viernes junto a cuatro mujeres en Ciudad de México, un crimen que ha indignado, una vez más, a los mexicanos por la respuesta del Gobierno.
Tras un mutismo de más de 24 horas, el fiscal de la capital presentó el domingo un informe en el que afirmó que Espinosa estaba en la capital en busca de “nuevas oportunidades” y deslizó el robo como posible móvil del crimen.
Espinosa se había refugiado en la capital tras denunciar amenazas por parte de las autoridades del estado de Veracruz donde había desarrollado su carrera periodística.
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La posición de la fiscalía “nos ofende”, dijo Rafael Rodríguez, director de Proceso, donde trabajaba el fallecido, quien estimó “dos distorsiones” en la versión oficial. Primeramente, contemplar el móvil del simple robo “ante la brutalidad y lo atroz del asesinato, tortura, ejecución”, y en segundo lugar, “decir que nuestro compañero venía por nuevas oportunidades de trabajo” cuando en realidad “venía explícitamente para refugiarse”, añadió.
El gobernador de Veracruz, Javier Duarte, lamentó el “aberrante” multihomicidio, pero en las redes sociales era señalado por el crimen. La Comisión Nacional de Derechos Humanos tiene un registro de 15 agresiones a reporteros en el Estado durante su mandato.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, reiteró que la Fiscalía mantiene abiertas todas las líneas de investigación del caso; entre ellas, las amenazas de Duarte a Espinosa.
 Protesta en solidaridad con el fotoperiodista muerto, en Guadalajara.
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