Buenos Aires, Argentina
Un nuevo escándalo ha desatado la enésima tormenta política en un país que se prepara para unas elecciones cruciales tras doce años liderados por el matrimonio Kirchner.
En esta ocasión, el protagonista es Aníbal Fernández, el polémico jefe de Gabinete de Cristina Kirchner.
Un criminal condenado por un triple asesinato en 2008 le acusó de ser el “autor intelectual” del crimen vinculado al tráfico de drogas.
“Quién dio la orden fue Aníbal. El negocio del tráfico de efedrina se lo queda él con la gente de inteligencia”, afirmó el reo Martín Lanatta en una entrevista grabada en la cárcel, sin aportar prueba alguna de sus acusaciones.
Las explosivas declaraciones fueron emitidas el domingo por la noche en horario de máxima audiencia. De inmediato, las redes hirvieron.
Fernández no esperó ni 24 horas para presentar una denuncia penal y civil contra el canal que emitió la entrevista, al periodista que la realizó y al preso.
Fernández calificó la entrevista de “mugre” y “operación burda contra el kirchnerismo”. “A estos tipos seguramente les han prometido dinero. Tenían un guión”, aseguró el jefe de ministros.
La oposición, por su parte, calificó de “gravísimas” las acusaciones y reclamó la apertura inmediata de una investigación.
El fiscal del caso adelantó que analizará la manera de incorporar a la causa el testimonio aunque el preso, por su condición de condenado, no podría ser citado ni como testigo ni como imputado.
El escándalo estalla a una semana de las elecciones primarias donde Fernández se juega ser el candidato del kirchnerismo para Gobernador de Buenos Aires, la provincia más poblada del país.
Un nuevo escándalo ha desatado la enésima tormenta política en un país que se prepara para unas elecciones cruciales tras doce años liderados por el matrimonio Kirchner.
En esta ocasión, el protagonista es Aníbal Fernández, el polémico jefe de Gabinete de Cristina Kirchner.
Un criminal condenado por un triple asesinato en 2008 le acusó de ser el “autor intelectual” del crimen vinculado al tráfico de drogas.
“Quién dio la orden fue Aníbal. El negocio del tráfico de efedrina se lo queda él con la gente de inteligencia”, afirmó el reo Martín Lanatta en una entrevista grabada en la cárcel, sin aportar prueba alguna de sus acusaciones.
Las explosivas declaraciones fueron emitidas el domingo por la noche en horario de máxima audiencia. De inmediato, las redes hirvieron.
 Hernández ha sido uno de los colaboradores más estrecho de los Kirchner.
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Fernández no esperó ni 24 horas para presentar una denuncia penal y civil contra el canal que emitió la entrevista, al periodista que la realizó y al preso.
Fernández calificó la entrevista de “mugre” y “operación burda contra el kirchnerismo”. “A estos tipos seguramente les han prometido dinero. Tenían un guión”, aseguró el jefe de ministros.
La oposición, por su parte, calificó de “gravísimas” las acusaciones y reclamó la apertura inmediata de una investigación.
El fiscal del caso adelantó que analizará la manera de incorporar a la causa el testimonio aunque el preso, por su condición de condenado, no podría ser citado ni como testigo ni como imputado.
El escándalo estalla a una semana de las elecciones primarias donde Fernández se juega ser el candidato del kirchnerismo para Gobernador de Buenos Aires, la provincia más poblada del país.
