Un extraño momento de quietud… Durante la mayor parte del tiempo, el Centro de Mariposas Banteay Srey de Camboya es una explosión de colores resplandecientes. Instalado en un exuberante jardín tropical, muestra al visitante el ciclo vital completo de estas criaturas: desde que son pequeños huevos, a orugas y luego mariposas.
'Las mariposas no están aumentando, ¿sabe?, están disminuyendo, así que fundamos esto para proteger algunas de las especies de mariposas en peligro. Y también la otra idea es crear empleos para la gente que vive en la comunidad', dijo Lux Phem, director del Centro de Mariposas Banteay Srey.
Los habitantes alimentan a los insectos. Se les entrega una cesta con alimentos y se les enseña cómo reconocer algunas de las decenas de especies nativas. En temporada alta, pueden ganar unos 150 dólares al mes. Cada pocas semanas, Khorn Savai busca entre las plantas de su jardín para recoger los huevos y las orugas.
'Me daban miedo las orugas y me ponían enferma. Me las quitaba si las veía en mi camisa. Pero como no tenía trabajo, decidí hacer esto. Ahora, ya estoy acostumbrada. Ya no me dan miedo las orugas', añadió Khorn Savai, criadora de mariposas.
Antes de que las orugas emerjan como mariposas, el personal del centro cuelga las crisálidas en una caja, para protegerlas de los depredadores y los parásitos. Unas dos semanas después, la metamorfosis está completa y los habitantes reciben un ingreso sostenible.
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A través de este trabajo, el centro espera animar a la conservación de los bosques camboyanos, arrasados en las últimas décadas por la tala ilegal y el rápido desarrollo. También proporciona un santuario para algunas de las más pequeñas y coloridas criaturas de la región. Texto y video de AFP.