Apenas cinco meses después de arrasar en las elecciones presidenciales,
a Evo Morales parece habérsele terminado la buena estrella. Los resultados de las elecciones departamentales y municipales no han sido desastrosos para su partido pero sí suponen un toque de atención.
El Movimiento Al Socialismo (MAS) se impuso en cuatro de los nueve departamentos y concurirrá, en segunda vuelta, a dos más. Estos resultados, sin embargo, están muy lejos del avasallador 61% de sufragios que consiguió en la última cita presidencial.
La pérdida de dos feudos históricos como el departamento de La Paz o la municipalidad de El Alto han encendido las alarmas en el oficialismo. El presidente dio la cara para calmar los ánimos.
Morales reconoció la pérdida de apoyo aunque proclamó que “el MAS sigue siendo el partido más grande de Bolivia”. No se cortó un pelo al reconocer que “donde hemos perdido es por culpa de los alcaldes del MAS, hicieron mala gestión, es voto contra la corrupción” aunque también atribuyó la sonada derrota de su candidata a La Paz, Felipa Huanca, al “machismo”. “Todavía existe discriminación hacia la mujer indígena”, sostuvo.
Ha nacido una estrella
Sin embargo, la gran revelación de la cita electoral es una mujer de origen indígena. Soledad Chapetón se impuso en las votaciones por la municipalidad de El Alto. Este municipio, contiguo a la capital, ha sido un baluarte del MAS desde hace más de una década. Habitado por indígenas de la etnia Aymara, a la que pertenece Morales, sus ciudadanos se distinguieron por ser los más combativos del país. En El Alto inició la llamada “guerra del gas”, en 2003, que terminó con la dimisión del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. El incidente se considera el inicio del camino de Morales a la presidencia. Sin embargo, el municipio le dio la espalda al candidato oficialista y apostó por Chapetón, una joven maestra que podría convertirse en el nuevo rostro de la oposición al MAS.
“Vamos a demostrar que con trabajo y transparencia es posible tener prosperidad en El Alto”, dijo Chapetón en su primera aparición ante la prensa, en la que evitó hacer un análisis político de su victoria.
Sin embargo, su jefe de filas, Samuel Doria afirmó que el triunfo de Chapetón “escribe una nueva senda en el futuro político de Bolivia”. Doria fue ampliamente derrotado por Morales en las últimas elecciones presidenciales. Analistas locales ya auguran que Chapetón podría convertirse en el nuevo referente de la derecha si gestiona con éxito su nuevo cargo.
Los resultados no ponen en peligro la cómoda mayoría que Morales goza en el Parlamento aunque han dado esperanzas a la derecha tras la avasalladora derrota de octubre.
El Movimiento Al Socialismo (MAS) se impuso en cuatro de los nueve departamentos y concurirrá, en segunda vuelta, a dos más. Estos resultados, sin embargo, están muy lejos del avasallador 61% de sufragios que consiguió en la última cita presidencial.
La pérdida de dos feudos históricos como el departamento de La Paz o la municipalidad de El Alto han encendido las alarmas en el oficialismo. El presidente dio la cara para calmar los ánimos.
Morales reconoció la pérdida de apoyo aunque proclamó que “el MAS sigue siendo el partido más grande de Bolivia”. No se cortó un pelo al reconocer que “donde hemos perdido es por culpa de los alcaldes del MAS, hicieron mala gestión, es voto contra la corrupción” aunque también atribuyó la sonada derrota de su candidata a La Paz, Felipa Huanca, al “machismo”. “Todavía existe discriminación hacia la mujer indígena”, sostuvo.
Ha nacido una estrella
Sin embargo, la gran revelación de la cita electoral es una mujer de origen indígena. Soledad Chapetón se impuso en las votaciones por la municipalidad de El Alto. Este municipio, contiguo a la capital, ha sido un baluarte del MAS desde hace más de una década. Habitado por indígenas de la etnia Aymara, a la que pertenece Morales, sus ciudadanos se distinguieron por ser los más combativos del país. En El Alto inició la llamada “guerra del gas”, en 2003, que terminó con la dimisión del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. El incidente se considera el inicio del camino de Morales a la presidencia. Sin embargo, el municipio le dio la espalda al candidato oficialista y apostó por Chapetón, una joven maestra que podría convertirse en el nuevo rostro de la oposición al MAS.
“Vamos a demostrar que con trabajo y transparencia es posible tener prosperidad en El Alto”, dijo Chapetón en su primera aparición ante la prensa, en la que evitó hacer un análisis político de su victoria.
Sin embargo, su jefe de filas, Samuel Doria afirmó que el triunfo de Chapetón “escribe una nueva senda en el futuro político de Bolivia”. Doria fue ampliamente derrotado por Morales en las últimas elecciones presidenciales. Analistas locales ya auguran que Chapetón podría convertirse en el nuevo referente de la derecha si gestiona con éxito su nuevo cargo.
Los resultados no ponen en peligro la cómoda mayoría que Morales goza en el Parlamento aunque han dado esperanzas a la derecha tras la avasalladora derrota de octubre.
