Miami, Estados Unidos.
Un juez federal negó el viernes la libertad bajo fianza a la hondureña Julissa Magdalena Maradiaga Iscoa, quien fue arrestada tras estrellar su vehículo contra una patrulla de la policía en el Aeropuerto Internacional de Miami y expresar que tenía una bomba.
El portal Local10.com reportó que la hondureña se presentó ante el juez. “No puedo hablar con usted porque soy musulmana” referencia la publicación que señala que la policía interrogó a Maradiaga Iscoa por varias horas.
La publicación expresa que en la corte que hondureña exclamó después del accidente: “Puedo o no tener una bomba en mí o sobre mí”.
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Maradiaga estaba esposada y descalza, llegó en una silla de ruedas, llorando y hablando sin sentido. El juez le asignó un abogado defensor público y ordenó que permaneciera detenida sin fianza.
Según la denuncia judicial, Maradiaga Iscoa les dijo a los oficiales que “estaba embarazada” y “necesitaba llegar al aeropuerto y no podía hablar con los oficiales porque era musulmana”.
Iscoa vive en un parque de casas rodantes en Lake Worth. Un vecino dijo que la vio por última vez hace dos días. “A veces llega en un taxi, a veces en un camión”, dijo el vecino Iván Segura. Tiene dos hijos que viven con su exesposo.
Las autoridades de Miami detallaron que la mujer, que llevaba un velo islámico, conducía un vehículo color plata cuando giró repentinamente y se dirigió hacia la entrada de la terminal aérea, impactando contra las instalaciones, minutos después fue detenida por la Policía.
Mediante un comunicado, el FBI informó que la hondureña de 33 años de edad enfrenta cargos federales.
Sherleen Méndez, abogada experta en crímenes federales de Miami, dijo a LA PRENSA, que en caso de ser hallada culpable, Iscoa 'podría enfrentar varios años en prisión, aunque las condiciones de su posible trastorno bipolar y su embarazo pueden influir en la sentencia'.
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Según las leyes de EUA
La abogada agregó que es probable que la hondureña no califique para salir bajo fianza, debido a que los cargos federales son un delito contra el Gobierno de EUA, y tenga que permanecer detenida hasta el día del juicio.
En Estados Unidos califican como delito de terrorismo cualquier amenaza verbal o física que provoque terror y atente con cometer un crimen que resultaría en muerte, heridos o daños físicos a propiedades.
Las leyes de Estados Unidos indican que cualquier persona condenada a un delito menor por una amenaza terrorista será condenado entre 1 y 3 años en prisión. Aunque, dependiendo del estado y de la naturaleza de la amenaza, la sentencia puede aumentar hasta los 40 o incluso 100 años en prisión.
De igual manera, las multas impuestas pueden ser desde los 200 dólares hasta exceder los $250,000.
Según Jenny Iscoa, hermana de la mujer arrestada, ésta se convirtió hace varios años al Islam y está casada con un árabe del que se encuentra embarazada.
