17/04/2024
11:59 AM

Hondureña escribe libro para combatir el bullying hacia los afrodescendientes en Nueva York

Sulma Arzú-Brown lanza 'No hay pelo malo” inspirada en el acoso que recibía su hija pequeña.

Nueva York, Estados Unidos.

Menospreciar a los niños o denigrarlos suele causar en ellos una autoimagen negativa y una gran dificultad para relacionarse con los demás, los convierte en personas vulnerables al enfrentarse a situaciones adversas. El maltrato infantil tiene diferentes formas; en algunas ocasiones se disfraza de maneras tan sutiles que pasan desapercibidas para algunos padres.

Este no fue el caso de hondureña y autora del libro “No hay pelo malo”, Sulma Arzú-Brown (36), quien pudo detectar a tiempo el 'bullying' que sufría su pequeña hija Suleni.

Foto: La Prensa

Sulma Arzu-Brown.

“El libro surge como consecuencia de una situación que se dio cuando recogía a mi hija mayor de la guardería. Recuerdo que en ese entonces yo tenía pelo largo y liso. Mi bebé siempre me decía que quería parecerse a su mami, por lo que la niñera me sugirió alisarle el cabello, ya que según su criterio tenía el pelo muy malo. Sus palabras no fueron malintencionadas, pero me llenaron de indignación porque con mi esposo hemos trabajado muy duro para subir la autoestima de nuestras hijas, por lo que le sugerí que trabajáramos en levantársela no solo a mi hija, sino a todos los infantes que estaban a su cargo”, relató Arzú-Brown.

A partir de aquel momento, sus estudios universitarios en el área de las comunicaciones le permitieron a la joven originaria de Santa Fe, Colón, canalizar su indignación de una manera provechosa para miles de niñas que sufren este tipo de maltrato verbal. Con un método que permite a las menores descubrir que la belleza se manifiesta en diferentes formas, tamaños y colores, la autora del libro cautivó a los infantes y buscó, con un efecto dominó, crear conciencia en los adultos acerca de esta problemática.

Portada del libro 'No hay pelo malo”.

“Muchos niños no sonríen y se ven deprimidos. Las palabras tienen poder y esa energía negativa afecta a nuestros hijos psicológicamente. Aunque esta situación no dañó a mi hija, mi deseo es que ella crezca amándose y aceptándose. Es importante que las personas alrededor de nuestros hijos entiendan que debemos cuidar la salud mental de los niños y que tenemos la obligación de motivarlos a ser mejores y nunca dañar su autoestima con comentarios relacionados con su apariencia”, enfatizó la autora del libro y madre de dos niñas.

¿Cómo ha sido recibido “No hay pelo malo” por las familias que han podido leerlo?

“Ha sido algo muy interesante, ya que el libro fue hecho pensando en mis niñas y las personas que han podido leerlo se relacionan con mis historias. Muchas familias han encontrado en él la manera perfecta de explicarles a sus hijos que su pelo es bello. Este material llenó una necesidad en muchos hogares, les ha dado una oportunidad de respirar y muchos padres le agradecen a Dios que no son las únicas personas que tienen esta visión”.

Foto: La Prensa

Ilustración del libro 'No hay pelo malo”.

¿De qué manera reaccionan los infantes al ver las imágenes en el libro?

“Es lo más maravilloso que me ha ocurrido, es algo tan bello ver las niñas diciendo: ¡Esta se parece a mí! ¡Yo soy esta! Ellas ya comienzan a aceptarse y sentirse bellas, orgullosas al ver las imágenes en el libro y observar ese parecido. No hay nada más hermoso que ver la felicidad en sus rostros. La labor primordial de este libro es darles a las personas la terminología correcta para referirse a la apariencia de cada individuo. Como cuando ves una persona con el pelo rasta; esas no son mechas de trapeador. Aquí no existe la palabra pelo malo, se llama afro”.

Foto: La Prensa

Bella Victoriay una amiga.

¿Cuándo veremos este libro en las bibliotecas o escuelas de Honduras?
“Estamos tratando de crear la relación con el sistema educativo en Honduras, pero al mismo tiempo no considero que ese problema exista en el país. Cuando vivía en las comunidades garífunas era motivo de orgullo tener el pelo trenzado y si no lo arreglabas, estabas despeinada nada más. Esos términos despectivos los vine a escuchar aquí en Nueva York, expresiones muy propias de personas provenientes de la República Dominicana y Puerto Rico. Me concentro en los sitios donde este tipo de abuso sí es un problema”.

“No hay pelo malo” es producto del esfuerzo de dos talentosas hondureñas, Sulma Arzú-Brown e Isidra Sabio. Este material didáctico surge como un arma para combatir el “bullying” contra cientos de niños afrodescendientes en la ciudad de Nueva York, el cual daña gravemente la autoestima de muchos infantes y se ha convertido en una práctica muy constante en el sistema educativo neoyorquino.

“Antes acostumbraba alisarme el cabello, pero mi hija insistía en ser como yo, quería arreglarse el pelo igual al mío. Siempre le decía ‘eres linda como eres’. Cierto día fui al salón y me corté el pelo como ella lo tenía. Al llegar a casa lo primero que dijo mi bebé fue “mami, hasta que al fin nos parecemos”. Entonces sentí que la batalla interna que ella tenía por parecerse a mí acabó en ese momento y ahora disfrutamos de nuestro pelo natural y ellas no dudan que son hermosas como son”.