Mantener las manos en el aire, decir 'sí señor', 'no señor'. Son las instrucciones que Sean Jackson con mucho esfuerzo tuvo que enseñarle a su hijo de 25 años, quien tuvo que aprender cómo comportarse con la policía para 'que no se deje matar'. Así es la vida de un hombre negro en Ferguson.
'Cualquier hombre negro que conduzca un coche en Ferguson es un hombre nervioso, porque tiene miedo de los controles policiales', dice Jackson, de 45 años, quien describió esta pequeña ciudad en Misuri, en el centro de Estados Unidos, como una de las de mayor prejuicio racial en el país.
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'Podemos ser muertos o encarcelados, o recibir una multa. Esperamos llevarnos una sanción. Cuando cada día vivimos nerviosos, no es gracioso', señaló frente a una tienda incendiada tras la noche de violencia que conoció este suburbio de Saint Louis desde que Michael Brown fue abatido el 9 de agosto pasado.
La comunidad negra de Ferguson -un 67% de la población- no ha cesado de manifestar desde que el adolescente desarmado y de 18 años fuera abatido a tiros por el policía blanco Darren Wilson.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, los negros y los hispanos tienen tres veces más probabilidades de ser aprehendidos que los blancos en controles de carretera, y sufren cuatro veces más el uso de la fuerza durante sus interacciones con la policía.
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Los blancos no pueden entender
'Como hombre negro, sé que ésto podría haberme pasado a mí', dice Darrell Alexander, de 56 años, un enfermero jubilado, en referencia a la muerte de Brown.
En Ferguson, los policías son en su gran mayoría blancos, mientras que la población es de dos tercios de negros.
Hace dos años, Alexander dice que fue detenido por la policía a la medianoche, mientras conducía por el barrio residencial en el que vive.
Luciendo su cabello con 'dreadlocks', las tiras rastas, 'yo no tenía el estilo del barrio, así que me pararon para multarme....', suspira.
'Este es el tipo de cosa que la privilegiada América blanca no puede entender. No les sucede a ellos', explicó.
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'Esto es sólo el principio, porque todo el mundo está todavía en estado de shock. Todo el mundo está tan enojado que todavía estamos' sufriendo incidentes que recuerdan a 'la esclavitud', argumenta.
MZ Tay asegura tener una cámara en su coche para utilizarla cada vez que sea detenido por la policía conduciendo su coche de lujo.
'¿Por qué cada vez que nos ven en un buen coche creen que uno se dedica a la venta de drogas?', se pregunta.